Arenales del Sol reivindica proyectos que mejoren la calidad de la zona, como el del hotel. Un total de 1.000 personas, según fuentes de la Policía Local, participaron ayer en la manifestación que recorrió parte de la avenida San Bartolomé de Tirajana, que fue cortada al tráfico, para protestar contra la paralización de las obras del hotel.
Los vecinos se concentraron delante de las dependencias municipales y, desde ahí, empezaron a manifestarse hasta llegar ante la fachada del hotel, donde el alcalde pedáneo, Alejandro García, impulsor de la movilización, leyó un manifiesto explicando que «este acto de protesta tiene como fin pedirle a las administraciones que tomen conciencia de los importante que es para Arenales la implantación del hotel».
Los manifestantes sostuvieron que «es un hecho que esta infraestructura traerá beneficios sociales y económicos a todos, residentes y transeúntes, beneficiará la economía, se crearán empleos directos e indirectos y fomentará el turismo, colocando a Arenales del Sol en el lugar que se merece».
Por ello, ayer se pidió a Costas «una solución pensando en los habitantes». Los manifestantes solicitaron que «por una vez piensen en los contribuyentes y se dejen de partidismos e ideologías», así como que «no nos dejen otros tantos años con el monumento a la vergüenza como bandera del turismo en Arenales», recordando los cuarenta años que el hotel ha permanecido en un estado poco beneficioso para el desarrollo del litoral ilicitano.
Así, en la protesta, que contó con el respaldo de la Asociación de Vecinos, un buen número de personas se posicionó a favor de que sigan las obras y en contra de las denuncias que fueron tenidas en cuenta por Costas, que consideran que la empresa había realizado el derribo de partes de la estructura cuando sólo disponía de permiso para rehabilitar.
