Las fiestas de Elche no cierran por la noche. Los actos festeros comienzan a primera hora de la mañana aportando un ambiente de celebración a la ciudad que contagia a los ilicitanos para seguir en marcha y trasnochar. La madrugada es territorio de la barraca municipal, del Ágora Heliketana, de las cábilas y cuartelillos de Moros y Cristianos, de los recintos festeros de las comisiones de fiestas, y los parques de toda la ciudad en general.

Recorrer el Parque Municipal por la noche supone encontrarse con amigos y familias cenando «a la fresca». Las calles del centro y los locales de ocio también están repletos de personas que se resisten a irse a casa temprano.

Las cábilas y cuartelillos de Moros y Cristianos acogen a sus festeros y demás visitantes cuando acaban los festejos oficiales. Así, el colegio Ferrández Cruz se convierte en casa y punto de referencia para quienes quieren quedarse celebrando hasta bien entrada la madrugada. Las colas que se forman en su entrada no son impedimento para la mayoría de asistentes.

El parque Jaume I se convierte en cita habitual para quienes quieren realizar un botellón. En esas fiestas ya ha resultado ser motivo de protestas por vecinos por los restos de botellas y bolsas que los usuarios abandonan tras la fiesta. El Ayuntamiento ha tratado de frenar este comportamiento aplicando carteles en los bancos del parque advirtiendo a los bebedores que recojan la basura posteriormente.

Los recintos festeros de las comisiones de fiestas animan la vida nocturna de todos los barrios de la ciudad. Diagonal Parque es uno de los puntos más activos y tiene un programa de actividades a las que se suma gran parte de vecinos de Carrús y El Toscar. Verónica Ruiz pertenece a esta comisión desde hace más de 15 años y asegura que es difícil seguir el ritmo de los actos porque no hay pausas. «Hay que programar descansos porque si no, no duramos todas las fiestas», comenta.

La noche no sólo es territorio de gente joven, al contrario, los mayores son de los más trasnochadores en los recintos festeros y los que más aguantan el baile de madrugada. La cercanía de la Nit de l'Albà y a Roà se sumarán pronto a la fiesta nocturna.