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El valor de ser festero

Los miembros de comisiones y comparsas hacen frente a unos gastos que rondan los 1.000 euros

El valor de ser festero

La fiesta tiene un coste, y los que mejor lo saben son los festeros. El impulso económico que supone el gasto de los visitantes que recibe la ciudad no es el único que se registra durante estos días. Los integrantes de comisiones, comparsas y diferentes entes festeros también aportan a la economía local, y no poco, para disfrutar al máximo de la semana grande.

Los integrantes de las comisiones de fiestas colaboran durante todo el año para sacar adelante los programas de actos de sus diferentes celebraciones, pero cuando llegan las fiestas de agosto también arriman el hombro, y tratan de disfrutarlas al máximo. Por norma general, formar parte de una comisión de fiestas no conlleva un gran desembolso, unos 50 euros al año, que no suelen pagar los que participan activamente en la organización de las actividades. No obstante, todos los festeros deben asumir gastos como el traje típico con el participan en actos como la ofrenda de flores o la procesión.

El traje de festero se puede obtener desde unos 200 euros, mientras que el de festera se mueve entre los 600 y los 1.200 euros, que pueden ser más si así se desea. Los festeros también tienen que hacer frente a los gastos del disfraz con el participan en la Gran Charanga, que puede costar unos 20 euros, ya que la mayoría se confeccionan de forma artesanal. Las flores de la ofrenda también las sufragan los miembros de las comisiones.

Así, los festeros de las comisiones de fiestas pueden gastarse en torno a los 800 euros, aunque el gasto es menor en el caso de los hombres al tener una vestimenta más sencilla.

Un coste más elevado asumen los 1.200 festeros que componen las comparsas de Moros y Cristianos. Formar parte de una comparsa puede suponer el pago de una cuota de 200 euros al año como media, que según cada caso incluye gastos de música, comida y bebida.

Los comparsistas también tienen que costearse el traje para participar en los desfiles. Estos trajes festeros tienen un precio que oscila entre los 900 y los 1.200 euros, y es una inversión que se realiza al principio, ya que los trajes no suelen cambiar. No obstante, hay filás que optan de vez en cuando por alquilar un traje especial para participar en las entradas. Estos trajes pueden costar 200 euros, y sólo son para un año.

A este gasto hay que sumarle el del maquillaje para participar en las entradas, que puede rondar los 30 euros de media, y los 50 euros que abonan los festeros que participan en el Alardo.

Una media de 1.000 euros de gastos si se tiene en cuenta la asistencia a cenas y acontecimientos que siempre implican un coste para los que quieren disfrutar las fiestas ilicitanas desde dentro.

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