Juan Francisco Martínez Mojica ofreció anoche un pregón atípico que entusiasmó a los ilicitanos. Las palabras del investigador científico fueron un rendido homenaje a sus vivencias de juventud en la ciudad, a la tolerancia y la convivencia entre gente de diferentes países y a la ciencia y su investigación. Los aplausos y el entusiasmo de los ilicitanos bajo el balcón certificaron que el ilicitano no sólo es un genio en el campo científico, sino también en la oralidad.

«Acoger sin recelo a los forasteros es una de las grandes virtudes de esta ciudad, y su participación en nuestras fiestas es una manera estupenda de reforzar esta integración». El pregonero elogió a la sociedad ilicitana como ejemplo de convivencia e integración durante décadas y lo comparó con las colonias de bacterias fruto de los estudios que le pueden valer un Premio Nobel. «Esta diversidad nos enriquece como pueblo y nos hace más fuerte como a las bacterias buenas». Destacó la virtud de que Elche sea una ciudad abierta y tolerante porque, afirma, no es muy frecuente e hizo un alegato de respeto por los inmigrantes, por la integración y contra la xenofobia.

Por la ciencia

El investigador también rompió una lanza a favor de la ciencia y su investigación con un particular tono humorístico que tiñó todo el discurso. Mojica bromeó con la fama de «raritos» que tienen los científicos en la sociedad y mencionó a personajes de la popular serie d e televisión «The Big Bang Theory» para reivindicar que «en realidad los que nos dedicamos a la ciencia somos de lo más normal» pero que, por desgracia, «no solemos tener un reconocimiento social». El ilicitano agregó que espera que este acto no sólo sea una excepción si no que suponga que las instituciones empiecen «a estar a la altura de los nuevos tiempos y por dar una buena prueba de su compromiso con el progreso».

El investigador que se postula al Premio Nobel salió precedido por las palabras de la mantenedora del acto, la periodista Cristina Medina, quien leyó el currículum del pregonero en valenciano y presentó a todos los nuevos cargos de los entes festeros presentes en el acto. Mojica destacó de Elche sobre todo, los aspectos más humanos de la ciudad y «la humildad, la nobleza y el respeto por nuestras tradiciones, el orgullo de sentirnos ilicitanos».

El especialista en microbiología alabó también el carácter inquieto de los ilicitanos. «Los ilicitanos e ilicitanas somos gente trabajadora, con iniciativa, inconformistas, activos, inquietos, estamos por todas partes».

Tampoco faltaron las referencias a las fiestas, a la Roà que recuerda con cariño por conocer a su esposa durante esa festividad, el Misteri d'Elx y sus importancia internacional y su particular amor por la pólvora.

La plaça de Baix ovacionó sinceramente a un pregonero cuya figura y discurso caló en los asistentes al inicio de la fiestas que también disfrutaron de una entrada de bandas de la Asociación Festera de Moros y Cristianos digna de recordar tras la adaptación de las bandas del «Aromas ilicitanos», que caldearon el ambiente previo desde la Glorieta a la Plaça de Baix con la entrada de bandas.