El Régulo es el título que utilizaban los íberos para designar a la persona de máximo rango en el ámbito social, político y militar en el territorio de su influencia. Es por ello que Pobladores nombra cada año a su Régulo, que es quien ostenta el cargo de honor, y representa la máxima autoridad de su Ágora Heliketana. Este año este cargo recae en Juan Manuel Flores, que lleva vinculado a la entidad desde 2012 y destaca por su implicación tanto en el ámbito festero, en el que se encuentra vinculado también con otros entes, como en el social, que le llevó a visitar el campamento de refugiados de Idomeni, un viaje que, según señala, le ha sensibilizado más.

¿Qué supone que le hayan nombrado Régulo?

Es una responsabilidad muy grande porque desde el primer momento Pobladores ha sido para mí como mi casa y le tengo mucho cariño. No me lo esperaba porque no soy de las personas más implicadas o que más suda la camiseta, yo estoy más bien en la retaguardia. Creo que pobladores es uno de los entes festeros más destacables de Elche... Y yo pertenezco a otros también. Pero con este tengo una conexión muy buena.

Es un cargo festero pero también honorífico...

Si ellos quieren destacar ya no solo al que más se implique en la fiesta, sino combinarlo con alguien que tenga que aportar algo a la sociedad, como forma de empoderar el cargo, lo cual me parece bien.

En su implicación social destaca su visita al campo de refugiados de Idomeni. ¿Cambió tras aquella experiencia?

Sí. Fue una situación muy dramática que me marcó y estoy convencido que hay un antes y un después a aquella experiencia. Te despierta sentimientos de solidaridad e impotencia y, hoy en día, al ver noticias de allí, estoy más sensibilizado.

Volviendo a las fiestas, ¿el cargo le va a permitir vivirlas de otra manera?

Sí. Este año van a ser unas fiestas muy intensas. Pertenezco a otros entes festeros y siempre he intentado equilibrar mi presencia y participación en todos, pero este año voy a volcarme más en Pobladores.

¿Qué va a aportar a la fiesta?

Me he marcado unos objetivos y el primero de ellos es que Pobladores se conozca más aún entre los ilicitanos. La entidad surge en el año 79, más o menos al mismo tiempo que otros entes festeros, pero es un gran desconocido pese al gran trabajo que realiza. Abordar la fiesta desde la historia, la cultura o el arte no es fácil, y Pobladores lo hace. Además, se ocupa mucho del público infantil. Tiene todos los días a las 12 del mediodía actividades para niños.

¿Y el resto de objetivos?

Quiero hacer un homenaje a los voluntarios, muy jóvenes, que están trabajando allí meses y meses. Crean sus propios vestuarios, decorados, armas, se encargan de la barra... Lo hacen todo y yo deseo apoyarles y que se sientan valorados. Por otro lado, también quiero potenciar el sentido de Pobladores de las civilizaciones antiguas y quiero incentivar la libación que es una especie de ofrenda que se hacía a los dioses, que siempre se ha hecho con el hidromiel. Y este año habrá libaciones especiales.

¿Cómo animaría a los ilicitanos a asistir al recinto y a los actos de Pobladores?

Les recordaría el ambiente privilegiado en el que estamos, en La Rotonda. En un ambiente que potencia la reunión en torno a una mesa, con música no típica de barraca, sino de los años 70, 80 y 90. Y además estamos abiertos a que todo el mundo venga a pasar un rato con nosotros.