Elche ha comenzado los preparativos para la semana más importante del año. La cuenta atrás ha empezado a agotarse y la ciudad ya huele a ambiente de fiesta. El centro histórico ha acogido en las últimas horas el montaje de los principales escenarios en los que se celebrarán los actos festeros hasta el 15 de agosto.

El trasiego constante de operarios, el ir y venir de camiones y el corte de calles y aparcamientos ya envuelven la localidad, con el objetivo de llegar a tiempo para este domingo, día oficial en el que arrancan las celebraciones con el pregón oficial del microbiólogo ilicitano Francisco Juan Martínez Mojica, a las 22.15 horas.

Así, el parking de Candalix volvía ayer a cerrarse al tráfico, pero esta vez para instalar la barraca municipal, que abrirá el próximo miércoles, 10 de agosto, con la actuación de Celtas Cortos. Un recinto casi preparado para convertirse en el punto de encuentro de los jóvenes cada noche.

A su vez, una de las arterias principales de Elche, el Paseo de la Estación, también se ha cortado a la circulación, desde ayer. Este enclave se convertirá en uno de los centros neurálgicos de las fiestas, con la instalación del racó gastronómico, a partir del jueves, 11 de agosto.

Sobre este escenario también se celebrarán otros actos, como la fiesta infantil de la Gestora de Festejos Populares, el día 9, o la concurrida paella gigante y el arroz con costra para 2.500 personas, el día 10.

Y así, con este ritmo de preparativos, el colegio Ferrández Cruz, sede de un gran número de comparsas de los Moros y Cristianos, también es, entre otros centros educativos, otro de los puntos que ya ha comenzado a transformarse para acoger los encuentros de los festeros y las noches de música y bailes. Así, a lo largo de esta jornada, está previsto que culmine el montaje de las kábilas y cuartelillos en el «Baix Vinalopó», el «Candalix», el «Hispanidad» y el «Luis Cernuda», donde los integrantes de los bandos de la cruz y la media luna comenzarán a celebrar sus tradicionales almuerzos desde este domingo.

En las alturas

La antesala de la fiesta también ha llegado a las alturas. El balcón del Ayuntamiento comenzó ayer a acicalarse para el pregón, con las banderas. Mientras que en las terrazas autorizadas para el lanzamiento de palmeras y cohetes en la Nit de l'Albà, los pirotécnicos ya han iniciado el traslado de herramientas. Unos trabajos previos de cara al 13 de agosto, que continuarán la próxima semana, hasta la víspera de la gran noche.

Asimismo, la avenida del Ferrocarril, a la altura del puente, también acogió ayer el vallado de protección que se instalará para los fuegos artificiales.

Con todo ello, el tráfico y los aparcamientos de la ciudad ya han comenzado a verse afectados por la transformación del municipio para la festividad. La afluencia de vehículos y la dificultad para estacionar ya se han dejado notar durante estos días.