Muchos lo veían venir. Antes o después alguien le prendería fuego al vertedero de enseres que, cada cierto tiempo, «surge» casi de forma espontánea en un antiguo campo de fútbol abandonado, ubicado en la partida de Perleta. Y así ha sido.

Los Bomberos de Elche tuvieron que desplazarse en la madrugada del lunes al martes hasta en dos ocasiones para sofocar las llamas que se generaron. A priori, todo apunta a que el fuego fue intencionado.

Además de un sofá y algún que otro colchón, mobiliario, cojines o los restos de poda, así como otros elementos plásticos, lo cierto es que este acervo no complicó demasiado el hecho de que se pudiera generar un incendio que, finalmente, obligó a movilizar durante más tiempo de la cuenta a los efectivos.

Según fuentes del Parque de Bomberos de Elche, tuvieron que desplazar personal en una primera ocasión a partir de las 22 horas, para retornar sobre la 1 de la mañana.

Pero posteriormente tuvieron que regresar, ya que el basurero volvió a arrojar un cierto peligro. En esta ocasión, los bomberos intervinieron entre las 5 y las 6.30 horas de la mañana.

Aunque cada cierto tiempo este enclave es vaciado y saneado, lo cierto es que las malas costumbres no remiten aquí y son varios los vecinos, incluso de otras pedanías, los que lo visitan para abandonar pertenencias que ya no les interesan.

Esto viene provocando, desde hace años, el malestar de los residentes más próximos, que consideran que en los tiempos que corren estas situaciones no se pueden repetir ni permitir, ni por parte de las autoridades, ni en lo que concierne al civismo entre vecinos.

Lo cierto es que se había convertido casi en normal en este punto la existencia, algunas veces más agravadas que otras, de una montaña de basuras, alejada relativamente de las viviendas, pero en mitad de uno de los caminos que conectan Perleta con Torrellano Bajo.

En esta parcela, de unos 5.000 metros cuadrados aproximadamente, en muchas ocasiones apenas casi ha habido espacio para depositar más residuos, lo que da una idea de las dimensiones que alcanzaba el mismo en determinados periodos, lo que ha propiciado a su vez la aparición de más roedores e insectos en los alrededores.

La situación viene generando indignación entre los vecinos, que critican casi resignados que pasan los años y el problema se repite sin que se tomen medidas.