Poco antes de las doce del mediodía un bañista se personaba por su propio pie en el puesto de socorrismo y salvamento de la playa ilicitana de Arenales del Sol, ubicado muy cerca del hotel. El hombre, de unos 40 años y de Elche, presentaba una herida muy sangrante, pero sobre todo muy profunda en su mano derecha, en la que, además, se notaba perfectamente las marcas producidas por una afilada ristra de dientes. El varón indicaba a su vez que algo le había mordido, aunque no lo había visto.

Tras un primer examen de la herida por el personal sanitario del puesto de socorro, todo empezaba a apuntar a que probablemente había sido atacado por una tintorera, un tiburón que no es infrecuente en el litoral de la provincia, pero que no tiene por costumbre atacar a personas. No había sido así en este caso.

En vista de que la herida abierta era de gran alcance, el hombre herido, con la herida taponada, fue acompañado al consultorio de Arenales, ubicado a unas pocas decenas de metros, donde fue reconocido por el personal médico de servicio, según informaron fuentes de DYA, que se encarga del servicio de socorrismo veraniego en las distintas playas ilicitanas.

Aunque el bañista, por fortuna, no había perdido a priori ningún dedo por el ataque, se recomendó su traslado al Hospital General de Elche, en vista de la profundidad de la mordedura. Fue allí donde finalmente se procedió a suturarle la herida

Paralelamente, tras tener conocimiento de que un posible escualo había atacado a un bañista, los socorristas decidieron cambiar la bandera de amarilla a roja a partir de las 12 horas, como medida de precaución y para tratar de evitar que más bañistas pudieran resultar dañados.

Asimismo, la Unidad Marítima de la Policía Local también realizó un intenso trabajo para ver si era posible localizar y confirmar la existencia de este animal en la playa de Arenales del Sol.

Además de los dos agentes en la lancha, otros dos que están patrullando en la propia arena, así como otros cuatro localizados en el paseo marítimo se sumaron a las tareas de apoyo.

Medios acuáticos

La moto acuática que el servicio de salvamento dispone en esta parte del litoral ilicitano también se sumó a las labores de búsqueda, además de vigilar que ninguna otra persona solicitara ayuda por algún caso similar.

Así, mientras se invitaba a la gente a no bañarse, la noticia se iba propagando rápidamente entre los veraneantes, de tal manera que el boca-oído magnificó, amplificó y exageró tanto lo sucedido que muchos se llegaron a pensar que la situación era poco menos que lo que se narraba en la película de Spielberg.

En este sentido, según fuentes de DYA, durante el resto de la mañana y parte de la tarde no pararon de recibir avisos de posibles avistamientos. El escualo en cuestión, que cada vez crecía más en longitud a medida que el relato se iba extendiendo, fue visto por distintos bañistas en sitios diferentes y al mismo tiempo, según llegaron a denunciar varias personas. Incluso el 112 llegó a recibir llamadas por esta posible tintorera, según DYA.

Además, grupos de personas que habían acudido a pasar el día, marcado por las altas temperaturas, optaron por recoger los bártulos y marcharse.

Otros despistados, o que desconocían lo sucedido, seguían bañándose, a pesar de que el hombre herido fue atacado cuando el agua ni le cubría la mitad del cuerpo, según las mismas fuentes de DYA.

Finalmente, tras comenzar a calmarse toda la situación, y en vista de que todo era falsas alarmas, sobre las 15 horas se decidió sustituir la bandera roja nuevamente por la amarilla, sin dejar de estar alerta. Aún así, muchos renunciaron a adentrarse en las aguas en lo que restó de día.

La tintorera, también conocida como tiburón azul, es frecuente en las aguas de la Comunidad Valenciana. Se alimenta de peces de tamaño pequeño y medio, y también de algún ave marina, y más bien huye de los seres humanos, algo que en esta ocasión no se cumplió.