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Elche se preocupa por sus felinos

El municipio cuenta con 200 colonias de gatos entre la ciudad y las partidas rurales

Elche se preocupa por sus felinos

Nada menos que unas 200 colonias de gatos se han detectado en el municipio ilicitano en los últimos meses. Dejando al margen el amor y la ternura que a un gran número de amantes de los animales les despiertan los felinos (aunque también hay muchos que no quieren verlos ni de lejos), lo cierto es que estas situaciones pueden llegar a desembocar en un problema de carácter sanitario, tanto para los propios gatos como para los humanos.

El descontrol de la población felina callejera puede ser un foco creciente de problemas vecinales ya que suelen provocar molestias, derivadas de su comportamiento sexual (aullidos, peleas, olor al marcar el territorio...), merodeo de animales en celo o a causa de su acceso incontrolado a contenedores y bolsas de basura, a hogares o centros educativos. «La dejadez en el control de la reproducción de estos felinos afecta a la salud humana, contribuyendo a la consolidación de micosis, diversos parásitos o incluso toxoplasmosis y a la salud animal, al ser un reservorio y foco de expansión de enfermedades», señalan desde la Diputación.

Precisamente, el pasado mes de junio la entidad provincial, junto con el Colegio de Veterinarios, anunciaba que iban a acometer la campaña de control de gatos abandonados «más ambiciosa realizada en España». Para ello, se ha lanzado una línea de ayudas para que los municipios dispongan de recursos para abordar campañas de esterilización de gatos sin propietario a través de clínicas locales. La dotación presupuestaria para el presente ejercicio es de 250.000 euros.

Con el fin de que precisamente no se conviertan estas colonias en un problema mayor, la Concejalía de Sanidad de Elche solicitó hace unas semanas estas ayudas a la Diputación Provincial.

Para ello, el Ayuntamiento ha elaborado un informe donde se argumenta la necesidad de llevar a cabo esta acción. Asimismo, se concreta la ubicación de estas colonias y una estimación del número de gatos que las integran: 2.233, de los cuales hay más de 350 esterilizados.

Así las cosas, la Concejalía tiene datos de que en todo el municipio ilicitano existen unas 200 colonias felinas, concentradas en casi una treintena de zonas distintas. En concreto, en Matola se calcula que hay unas 30 colonias, unas 20 en el centro y El Raval, una quincena en Carrús y unas 17 en El Tostar.

En la ladera del río se han contabilizado una decena de estas colonias y también son muy frecuentes en la zona de la calle Reina Victoria y avenida de la Libertad. En El Altet y Torrellano se estima que hay siete en cada una y en La Marina cerca de cinco.

Esta preocupación incluso llegó recientemente en forma de pregunta ciudadana a un pleno del Ayuntamiento de Elche. Margarita Ruiz, en representación de la Sociedad Protectora de Animales y Plantas del Baix Vinalopó, preguntó si el municipio había solicitado las correspondientes ayudas para la esterilización de gatos a la Diputación.

Por otro lado, cabe recordar que en Elche existe el grupo ciudadano CES. A finales de 2015 este colectivo pidió al Ayuntamiento que concediera un carné que autorizara a vecinos a dar comida a los gatos callejeros siguiendo siempre una serie de recomendaciones y exhaustivo control para ello.

El mencionado grupo ciudadano CES sigue llevando, en cualquier caso, su modelo de gestión de colonias controladas, que permite disfrutar de la presencia de estos animales en la ciudad, al tiempo que disminuyen los problemas de superpoblación y se garantiza una adecuada integración de estos animales, contribuyendo a su socialización y a la convivencia entre todos.

El método CES consiste en capturar, esterilizar y soltar los gatos en colonias naturales, que son grupos de gatos ya existentes que conviven en un espacio controlado y señalizado.

Además, una vez capturados, se les somete a una revisión veterinaria para descartar que no padezcan ninguna enfermedad contagiosa, y se les hace una marca en la oreja para identificarlos.

«Es un tema complejo pues conlleva una gran carga emocional para aquellas personas implicadas en el cuidado o alimentación de estos gatos, pero también generan lógicos conflictos a la población residente», reflexionaba Luis Eduardo Montes, presidente del Colegio de Veterinarios, cuando la Diputación presentó el pasado mes de junio su campaña de esterilización.

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