Circular se ha convertido en una odisea cuando llega la hora punta y en momentos en los que tan solo dos vehículos se cruzan. La calle Xixona, situada en el barrio de El Pla, es una vía donde los vecinos y trabajadores de las fábricas de calzado que continúan abiertas piden una regulación urgente.

La reivindicación viene por la ausencia de señalización en este vial próximo a la ladera del Vinalopó. Una carencia que provoca encontronazos diarios y desconcierto entre los conductores. Y es que la calle, de doble sentido, cuenta con coches aparcados a ambos lados y en algunos tramos apenas pueden coincidir al mismo tiempo dos vehículos que circulan en distinta dirección ante la aparente estrechez de la vía.

«Los coches que pasan por esta zona no saben si es dirección prohibida o si tiene dos carriles o uno. No hay señales que lo indiquen y es un caos. Cuando se juntan dos coches se rozan con los que hay aparcados o entre ellos», señalaron residentes del barrio.

Al mismo tiempo, empleados de las fábricas de la calle Xixona coinciden en la necesidad de un mayor control del tráfico para evitar los problemas con la apertura y el cierre de los locales, a lo que se suma la descarga de camiones.

«Desde el año 2009 llevamos pidiendo una solución, remitimos un escrito al Ayuntamiento y después nos dijeron que había un proyecto redactado y todo se quedó en el aire», apuntó un afectado de la zona.

Los vecinos también reclaman medidas de seguridad ante la carencia de un vallado para separar la acera del huerto de palmeras, ya que en un tramo hay una zona con dos metros de caída. Además, en la calle Sor Josefa Alcorta, los residentes también denuncian la falta de semáforos para regular el alto volumen de tráfico y así evitar el exceso de velocidad, que ya está limitado a 30 kilómetros por hora.