Los contratos en el sector de la agricultura en la comarca del Baix Vinalopó se han duplicado en los últimos cinco años, pasando de los 1.209 que había en 2010 a los 2.664 que se registraron el pasado año. Según diferentes fuentes del sector primario, esto se ha debido a dos factores fundamentales: la vuelta de mano de obra que se fue del campo en su día y la puesta en valor de determinados cultivos autóctonos, que han aumentado la producción y han permitido también sumar trabajadores.

Con respecto a la llegada de más mano de obra, ello se produce por un trasvase de la que sobra en la industria, gran afectada por la crisis en los últimos cinco años junto con la construcción, aunque en este periodo la pérdida de contratos se aprecia más en las fábricas, mientras que el sector del ladrillo se estabiliza e inicia su recuperación.

El responsable de Acción Sindical y Empleo de Comisiones Obreras Vinalopó-Vega Baja, Antonio Ferrández, señaló que «la tierra siempre está y la gente ha vuelto al origen, que es la agricultura. Además se nota que las empresas agrícolas cada vez son más competitivas y hay más exportaciones, por lo tanto se ha pedido más mano de obra», expresó el responsable.

El secretario comarcal de UGT, Ismael Senent, coincide en achacar al aumento de las exportaciones este crecimiento de la agricultura. Además, hubo gente que en su día, se pasó de la agricultura a una construcción en auge, «y ahora ha vuelto al sector primario como una salida al desempleo», apuntó.

Además, otra de las causas de este despegue de la agricultura es la puesta en valor de determinado tipo de cultivos autóctonos, lo que ha hecho que aumente la producción, mucha de ella destinada a la exportación, según apuntan desde el sector.

El presidente de la Asociación de Jóvenes Agricultores de la Provincia de Alicante (ASAJA), Pedro Valero, explicó que hay más trabajo en el sector, «lo que provoca que la gente vuelva una actividad que a lo mejor habían abandonado años antes por la crisis».

Además, el responsable también destaca que hay cultivos que han aumentado su producción, como es el caso de la granada, mucha de ella, destinada a la exportación, según apunta. Otro cultivo que también va aumentando por la demanda exterior es el de las brevas, muy solicitadas en lugares como Suiza, Francia y Alemania, pero también en países árabes.

En el caso de la granada, a principios de año se consiguió finalmente la denominación de origen para la granada mollar de Elche, que en los últimos cinco años ha aumentado su producción un 25%, convirtiéndose en un cultivo de referencia del Camp d'Elx.

A los anteriores frutos se le suma una verdura de invierno como es la alcachofa, que va ganando terreno de cultivo también en la zona, al igual que el melón, que va creciendo poco a poco, según explicó Valero.

Asimismo, se producen los cultivos tradicionales del campo de Elche, que mantienen una demanda más o menos constante, como son tomates, brócoli, berenjena, calabacín y coliflor, entre otros. Todos ellos hacen que en la zona se produzcan más de 20 millones de kilos de hortalizas de invierno al año, según apunta el responsable de ASAJA.

Asimismo, otro de los factores que ha tenido un peso decisivo, según Valero, para lograr un crecimiento agrícola en el área es la puesta en marcha del riego por goteo centralizado. En este sentido, «en la zona donde hay disponibilidad agua, se nota que hay más movimiento y por tanto más contratos», apuntó responsable de la entidad agrícola.

Por último, también señaló que es posible que ahora el sector esté más regularizado y se hagan más contratos, mientras que antes podían existir jornadas en precario.

Precisamente, desde otras fuentes del sector agrícola, más críticas, apuntaron a esta como la principal causa por la que ahora hay más contratos: «hay un aumento de la transparencia», es decir, antes «había más trabajadores irregulares y ahora se contrata más», según precisaron. «Es cierto que se nota una mayor regularización. En una explotación pequeña, tipo familiar, tienes la obligación de llevarlo al día, pero en otro tipo de lugares no es igual. Y en ocasiones no es siquiera culpa del empresario que dirige la explotación, sino que hace subcontratas, y puede haber irregularidades en el personal que trabaja en estas», sentenciaron.

Por otro lado, desde una cooperativa agrícola ilicitana, destacaron que sí se ha apreciado un aumento moderado aunque paulatino a lo largo de los últimos cinco años tanto de socios como de producción agrícola. «Nadie ha cerrado una explotación y sí se ha notado la vuelta de gente de otros sectores con un pasado agrícola», señalaron.

También desde la cooperativa destacaron el aumento de producción de la granada y que, además de conseguirse la denominación de origen para la granada mollar de Elche, también se han aumentado las variedades. «Ahora piden granados para plantarlos en muchos sitios porque ha llamado la atención en diversos lugares y se está plantando más, por lo que hay más variedad», sentenciaron.

El responsable de la cooperativa explicó que la demanda de granada, además de del territorio nacional, viene de Italia y Argelia. A ello se unen otros productos con precios atractivos en los últimos años, como pueden ser el limón y la almendra, que comenzaron a incrementar su valor hace unos tres años, «por que anteriormente eran muy baratos» y por problemas sanitarios o de sequía también dejaron de cultivarse, apuntaron. De hecho, antes había meses en los que «únicamente te daban un cuarto de hora por tahúlla», señalaron.