Vecinos del barrio de El Raval cogieron esta semana sus aperos y azadas, y se encontraron con los vecinos que gestionan el Hort de la Cuerna para realizar un taller en conjunto en el que aprender cómo cultivar de forma adecuada los huertos urbanos.

Esta iniciativa, nacida de los propios vecinos, lleva realizándose desde hace varios meses entre ambos barrios. Ahora están recogiendo los frutos del cultivo de hace meses, y se encuentran en plena producción. A medida que avanzan las gestiones para conseguir que el Hort de Felip sea el próximo huerto urbano de la ciudad, las reuniones aumentan.

Esta semana, los vecinos de El Raval interesados en gestionar el próximo emplazamiento de cultivos urbanos en la ciudad se reunieron con el concejal de Medio Ambiente, Antonio García, para aclarar los puntos más destacables del reglamento que sentará las bases del uso de esta zona cultivable en el Palmeral histórico de la ciudad y los próximos proyectos que puedan surgir.

Así, con las conversaciones avanzadas, a finales de agosto tendrán listas dichas normas y esperan que antes de final de año tengan el permiso del Consell para que los arquitectos puedan empezar a habilitar el terreno como área de cultivo ecológico.

Parece claro que este nuevo huerto tendrá unos márgenes más amplios que el de la Cuerna para evitar problemas a la hora de manejar maquinaria entre parcela y parcela. Los vecinos de El Raval también trabajan en un reglamento interno para decidir cuál es el tipo de cesión de suelo más adecuada para el cultivo de los vecinos y por cuánto tiempo deberían manejarse esas tierra por una misma persona.

Barajan que en un principio se pueda gestionar la parcela unos tres o cuatro años y que luego, con más rodaje, el tiempo disminuya a dos años como máximo para los cultivadores.

De esta forma quieren asegurar que exista una rotación en el uso y disfrute del huerto y que no se generen listas de esperas largas como viene sucediendo en el Hort de la Cuerna. En este emplazamiento hay casos de personas que gestionan las tierras desde hace unos diez años y no se han producido cambios de usuarios. Muchos vecinos esperan desde hace tiempo poder acceder a cultivar sus hortalizas en un terreno con escasa rotación. De la buenas prácticas del Hort de la Cuerna, los vecinos de El Raval incorporarán la aplicación de bancos entre parcelas que sirvan como separación y también para guardar aparejos dentro. También habilitarán zonas de descanso para momentos de distensión en el trabajo y una caseta grande para guardar las herramientas grandes como azadas o regaderas.