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Carlos Jiménez: «Erdogan usa el golpe de Estado en Turquía para acumular más poder»

«Espero que Trump no gane las elecciones, es momento de conformarnos con el mal menor...»

Carlos Jiménez: «Erdogan usa el golpe de Estado en Turquía para acumular más poder»

Carlos Jiménez Piernas participó ayer en un curso sobre «Los derechos del individuo en la Unión Europea», en el que profundizó en los estatutos jurídicos tanto de los ciudadanos nacionales como de los comunitarios y los inmigrantes, haciendo especial hincapié en los refugiados. Un asunto que, bajo su punto de vista, ha pasado a un segundo plano en los medios de comunicación debido a fenómenos sociopolíticos tan convulsos como el golpe de Estado en Turquía o el Brexit.

A pesar de que no triunfara el golpe en Turquía, parece que estamos solo en el arranque de este problema internacional.

Me parece que Recep Tayyip Erdogan está utilizando este golpe de Estado para acumular más poder y descabezar cualquier tipo de oposición. No deja de adoptar actitudes muy poco democráticas y el problema, a la hora de frenarlas, es que es un Estado miembro de la OTAN y del Consejo de Europa, y es clave tanto en el asilo de los refugiados como en la guerra civil en Siria relacionada con el terrorismo en Occidente.

Lo malo es que estas actitudes «poco democráticas» le están inspirando ideas como la reinstauración de la pena de muerte...

Al actual presidente de Turquía le pasaría demasiada factura internacional restaurar la pena de muerte en su país, por lo que no creo que llegue a tomar esa decisión. Directamente se le expulsaría del Consejo de Europa y se le cerraría cualquier posibilidad de entrar en la Unión Europea. Hablaríamos de un hecho simbólico de un alcance inusitado.

No obstante, las grandes potencias occidentales son demasiado benevolentes con este régimen autoritario.

Sin duda, las exigencias democráticas que se le piden a España no son las mismas que se le requieren a Turquía. Solo hay que ver lo que está haciendo con la prensa, sector en el que no deja de cerrar periódicos y meter a profesionales en la cárcel. Por no hablar de las destituciones de casi 3.000 jueces y fiscales. Es algo inaceptable desde el punto de vista de la democracia. Los regímenes occidentales no tuvieron más remedio que decir, con la boca pequeña, que condenaban cualquier intento de cambio de Gobierno que no se haga a través de las urnas. Sin embargo, también deberían reaccionar con firmeza ante las acciones autoritarias de Erdogan.

Quizá hay demasiada inestabilidad política para adoptar esa posición de firmeza: los atentados, el Brexit, etcétera.

Está claro que la institución europea no vive su mejor momento y no deja de generar dudas, tanto por su capacidad de gobernar como por su poder económico, que parece que no acaba de tirar. Ha influido mucho, por un lado, el Brexit, en el que hemos visto cómo los partidos nacionalistas y populistas vuelven a sacar a la palestra mensajes xenófobos. También ha tambaleado todo el golpe de Turquía, ya que la medida adoptada por los militares golpistas y ahora las de Erdogan alejan a este país del resto de Europa. No olvidemos, además, que ha sido un golpe cruento, con cientos de muertos.

Los europeos mirábamos con sorna hacia políticos como Donald Trump en Estados Unidos, pero parece que el renacimiento de los partidos de ultraderecha en Francia o Alemania no nos alejan tanto de este personaje.

Estos movimientos populistas o nacionalistas son un problema global. Tengo esperanzas de que Donald Trump no gane las elecciones y de que candidatos como Sarkozy, en Francia, logren aglutinar a esa derecha que está tratando de movilizar la extremista Marine Le Pen. Estamos en un momento de conformarnos con el mal menor...

Por suerte, ese populismo en España no se ha transformado en que adquieran fuerza los partidos de ultraderecha...

Es una buena noticia para España que ese sector del electorado más extremo siga votando al Partido Popular, y que el fenómeno que vive el resto de Europa no se haya traducido en un nuevo partido con mensajes xenófobos.

Mensajes que vienen motivados por el terrorismo y los refugiados, de los que apenas se habla últimamente...

Yo diría que más que a segundo, han pasado a tercer plano... También hay que decir que las noticias que ocupan ahora los grandes titulares son de gran calado y a la vez tienen efectos importantes en el tema de los refugiados y en la seguridad nacional. Lo de los refugiados es muy complicado porque no hablamos de decenas de miles sino de más de millón y medio de personas a las que hay que dar una solución. Una masa que se ha generado en cuestión de meses. Además preocupa que, junto a los atentados, se hayan convertido en gasolina que aprovechan los ultraderechistas europeos en sus campañas políticas.

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