La consellera de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural, Elena Cebrián, visitó ayer la sede de la comunidad de la Acequia Mayor del Pantano de Elche, en el centro de la ciudad, y se comprometió a poner todo de su parte para resolver al menos tres de los problemas que más preocupan a este colectivo de regantes. Eso sí, sin posibilidad de concretar fechas.

Así lo expresó el presidente de la comunidad, Emigdio Tormo, quien, en cualquier caso, se mostró muy contento ante el hecho de que «haya una colaboración que antes no teníamos» por lo que agradeció que se les escuchara y atendiera «después de cuatro o seis años cerrado a cal y canto», en el sentido de que en la Generalitat durante el anterior Ejecutivo había estado de espaldas a sus demandas y reivindicaciones

Pese a no traer ayer ninguna solución a Elche, puesto que más bien fue una primera toma de contacto, la consellera se mostró partidaria de regresar próximamente y conocer sobre el terreno los problemas de este colectivo.

Así las cosas, la titular de Agricultura se comprometió a trabajar para desbloquear la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) para el Pantano y el sistema de riego, ya que sin este reconocimiento no se puede optar a subvenciones.

Asimismo, su departamento va a averiguar qué pasó con el convenio, firmado en la época de Diego Maciá, y del que nunca más se supo, según Tormo, para que llegaran 12 hectómetros cúbicos de agua del Júcar al Vinalopó. La comunidad, al parecer, realizó importantes inversiones previas al garantizarle este suministro desde el Azud de la Marquesa y no desde Cortes de Pallás donde, al parecer, existe una mayor salinidad.

De aquel acuerdo que se firmó con luz y taquígrafos nada se sabe. Es más, en la Conselleria de Agricultura, al parecer, se ha extraviado. La consellera indicó que iban a contactar con el Ayuntamiento de Elche, la Confederación Hidrográfica del Júcar e incluso con el Gobierno central para ver cómo estaba el asunto.

En concreto, este convenio hace referencia al firmado el 18 de septiembre de 2006 entre el Consistorio ilicitano y la Sociedad Estatal de Aguas del Júcar para la recepción de un volumen anual de 2,5 hectómetros cúbicos de agua. Esto suponía pagar el primer año 492.500 euros y el objetivo era acabar con la sobreexplotación de los pozos del Vinalopó, aunque el Ayuntamiento tenía previsto utilizar el agua para reemplazar los caudales de la Acequia Mayor del Pantano, que riega los huertos del Palmeral histórico

Por último, Cebrián también iba interesarse por la situación del mantenimiento de la presa del Pantano, que actualmente desborda por colmatación, lo que supone todo un peligro, tal y como se recoge en un informe encargado por la propia comunidad y del que tienen conocimiento distintas administraciones.