Año y medio de trabajo, por fin, desvelado. Ayer se realizó la presentación del nuevo retablo de los Papas Santos que está instalado en el altar de San Juan de la basílica de Santa María. Además, se presentó el altar que lo acompaña como base.

El trabajo de pintura corrió a cargo del artista de Biar Vicente Esparza, que se siente satisfecho por el resultado de la obra y que declaró que «el trabajo ha sido muy intenso estos meses día y noche, porque, cuando no estaba pintando, estaba pensando constantemente en ideas para que todo cuadrase». Esparza trabajó en este retablo de 5,9 metros de alto por 3,8 metros de ancho en un estudio reducido. El lienzo es un puzzle de nueve piezas. Una es la base, que descubre una panorámica de la ciudad. Sobre ella descansan dos piezas laterales con los Papas Juan XXIII y Juan Pablo II, canonizados en 2014. Tres piezas en el centro acogen a la madre Teresa de Calcuta, que será canonizada en septiembre, y al padre Kolbe, quien dio su vida por salvar la de otra persona en Auschwitz. La parte superior corresponde al Misteri d'Elx, y es la parte con más luz y alegría del retablo, según destacó el artista. En esta zona se trabajó sobre una base con muchos matices y que concluyó con una cobertura de pan de oro de 22 quilates.

Otro de los elementos desvelados es el altar sobre el que descansa el retablo. El arquitecto conservador de Santa María, Antonio Serrano, detalló sus pormenores. El especialista trabajó en la colocación del retablo habilitando espacios de ventilación entre los muros y la obra. Definió el basamento como muy sencillo, para complementar a la obra de Esparza. Para ello, se usó una pieza entera de mármol de la cantera de El Coto, en color crema para la mesa de 3 metros por 80 centímetros. El frente del altar es de madera ondulada simulando un faldón de terciopelo.

El retablo está repleto de «huevos de Pascua», guiños a la ciudad dignos de ser descubiertos. El roquete que viste a Juan XXIII es de la basílica de Santa María. Se usó este recurso al no disponer de buenas fotografías del Papa. Las manos del Santo también son de un modelo. Entre las alambradas que acompaña a la representación del padre Kolbe sobresale una cruz de madera, también copiada de una de las que figuran en el templo ilicitano. Arriba, coronando la obra a modo de cenefa, aparece la partitura del «Gloria Patri» del Misteri d'Elx.

Esta tarde el retablo será bendecido por el obispo de la Diócesis en un acto que comenzará a las 19 horas en la basílica.

Por otro lado, ayer también se presentó la restauración de un cuadro de Cristo Crucificado, de autor desconocido, y realizado entre los siglos XVII y XVIII. La obra fue restaurada en los talleres municipales y quedó instalada encima de la puerta mayor del templo. La representación tiene una iluminación especial que se encenderá en las fiestas patronales de agosto.