Son sesenta personas con cascos, polos personalizados y pasión por la velocidad que se aventuran en rutas repletas de curvas en las carreteras de la provincia. Lo curioso de este nuevo club motero en Elche son precisamente, las motos que conducen. El club Tmax Elx lo forman fanáticos de vehículos tipo scooter que están al limite de cilindrada de convertirse en una motocicleta al uso. El presidente y fundador del club, Juan Pomares, asegura que apenas tuvo que hacer esfuerzo por crearlo porque «los fans salieron solos».

Pomares encontró a través de una red social a otro fan de estas motos en Elche, quedaron un día para hacer una ruta y así siguen. Ahora, el efecto reclamo les ha conseguido a más de cincuenta nuevos fieles que también vienen de Murcia y Gandía y se apuntan a sus aventuras en las carreteras de la provincia recorriendo sus montañas y zonas como El Relleu, Torremanzanas o Sella. Tampoco se olvidan de parar en sus restaurantes.

Pomares celebra que la aceptación es grande y que esta iniciativa supone un nexo de unión entre gente muy dispar que está loca por estas motos. Para el presidente del club, este sentimiento «es como el fenómeno Harley pero en scooter». Este tipo de vehículo surgió en 2001 con las suspicacias de los moteros tradicionales, que aún las miran de reojo. El fundador del club Tmax Elche cree que la clave para que haya tenido tanto éxito entre la gente es su versatilidad. «Lo mismo voy a llevar a mi hijo al colegio que a subir una carretera de montaña» para conducirla se necesita un nivel A2 asequible para la mayor parte de conductores. Aunque admiten que su precio es alto, superior a 11.000 euros, merece la pena tenerlo porque «es el Mercedes de las Scooters».

Queda claro que los amantes de estos vehículos han creado una nueva forma de entender los club de moteros. A partir de septiembre volverán a surcar la carretera.