Dos jóvenes actrices interpretan una escena en la que se genera un coqueteo entre ambas que culmina en un beso. Todo ese camino lo van trazando con gestos y miradas. Cristina Alcázar les observa mientras un operador de cámara graba la escena. Cuando cortan la toma, Alcázar les recalca que tienen que tratar de forzar menos su expresividad, porque la cámara recoge mucho más de lo que creen. La escena descrita pertenece al taller de cine y televisión para actores, que la famosa actriz ilicitana ha impartido, de lunes a miércoles, en el Centro de Cultura de Contemporánea l'Escorxador a una veintena de interesados por la interpretación. Alcázar explica que está utilizando con ellos una evolución del método Meisner para los formatos audiovisuales. «Se trabaja con la repetición, con esperar algo muy concreto del otro... Hay muchas cosas calculadas. Es como una matemática», dice.

Alcázar detalla que les ha enseñado varias claves de la interpretación cinematográfica, en la que en vez de a un público te enfrentas a una cámara, «que de alguna manera es un espectador inteligente, al que no necesitas decirle mucho para que obtenga información».

María M., una de las alumnas, subraya que si hay un consejo que se lleva de este curso es que en el cine «menos es más».