«Quiral» es, además del segundo disco del grupo Riobó, la confirmación de que la propuesta de su líder, Begoña Riobó, ha encajado a la perfección dentro de la música tradicional gallega, que sobre todo se basa en que la gaita deje de ejercer el papel dominante dentro de las composiciones y lo asuma el violín. Una fórmula con la que resitúa este sonido en el panorama nacional, como ya realizaron hace décadas otros artistas como Carlos Núñez o Cristina Pato. Esta noche, a las 22.30 horas, en el Patio de Armas del Palacio de Altamira, lo demostrará.

Defensora a ultranza del protagonismo del violín en cualquier estilo musical, ¿verdad?

Sin duda. Hay gente que me dice que mi violín no suena a violín. Lo que pienso es que la gente no está acostumbrada a escucharlo de manera tan dominante en estilos que no están tan vinculados a la música clásica. Poco a poco, en el folk, a nivel internacional, se está potenciando mucho. Lo que hace en Estados Unidos el violinista Darol Anger es buena prueba de ello. Con él, de hecho, coincidí en un congreso que se realizó en Barcelona sobre el ámbito de la cuerda frotada de tradición no clásica. Encuentros así denotan que las cosas están cambiando y ya hay varias escuelas de música de nuestro país que contemplan la enseñanza del violín dentro de otros géneros sonoros como el jazz o el folk, algo que antes era impensable.

El entorno gallego, repleto de parajes naturales,¿llega a empapar su sonido?

La corriente del determinismo explica que tu manera de hacer las cosas está totalmente relacionada con los paisajes que te rodean, con lo que comes... He realizado talleres de música tradicional gallega con gente que ha crecido en otro entorno y pocas veces son capaces de pillarle el punto al 100%. Yo llevo desde pequeña formando parte de grupos de gaita en las fiestas del pueblo. Son cosas que te acaban impregnando y calan en el sonido que se escucha en tus discos.

Y esa música, ¿nos invitará a bailar, a reflexionar...?

Es un repertorio amplio, con ciertos toques melancólicos pero, sobre todo, muy alegre. A mucha gente le invita a bailar. Siempre recomiendo al público que lo haga. No es necesario saber bailar una muñeira para disfrutarnos.

¿Qué le parecen las leyes del Gobierno de su paisano Rajoy sobre impuestos culturales?

Sin duda, los músicos gallegos han aportado mucho más que los políticos que han salido de Galicia. Lo peor no es el 21%. Lo triste es cómo nos considera a los artistas el actual sistema político. Contemplan la cultura como algo secundario, cuando es algo totalmente necesario para calmar el alma y vaciar la cabeza. Todo eso que parece tan superfluo es muy importante para nuestras vidas.