El debate en el pleno municipal del pasado martes sobre la petición de Compromís para que los segundos baños árabes descubiertos en el centro de Elche, junto al Mercado Central, cuenten con una declaración específica de Bien de Interés Cultural (BIC) y, por tanto, esté asegurada su protección, no ha dejado indiferente a distintos expertos que en los últimos meses aseguran que están asistiendo a numerosas imprecisiones, cuando no desconocimiento absoluto, por parte de la clase política sobre este asunto.
El más claro y contundente es el doctor arquitecto, urbanista, profesor de la Universidad de Alicante y arquitecto municipal entre 1980 y 1995 Gaspar Jaén, quien asegura que sobre los restos islámicos hallados junto al Mercado, al igual que en toda la mitad sur de la Vila Murada, no existe absolutamente ninguna protección.
Y lo explica de forma muy clara: la declaración BIC de 1968 para el sector antiguo de la ciudad se limita a los alrededores de la basílica de Santa María y no llega, por tanto, ni al Ayuntamiento, ni a la zona del Mercado.
El urbanista señala que en el decreto de 1968 se habla de conjunto histórico artístico, según la Dirección General de Bellas Artes de aquella época, y no de Vila Murada, término que se empezaría a utilizar posteriormente.
Así las cosas, la zona urbana BIC viene delimitada al norte por la antigua calle Casas de la Virgen; al oeste, por la ladera del río; al sur, por la calle Alvado; y al este, la delimitación se establece por Carrer Ample, gira por la plaza de Mariano Antón y rodea el convento de Las Clarisas para subir por mitad de la manzana entre Eres de Santa Llúcia y la calle Fatxo.
«Ese es el recinto protegido, que incluye la basílica, La Calahorra, y las antiguas casas de los Cosidó, de los Leones, de los Ferros, el antiguo hospital -actualmente la Casa de la Festa- y la ermita de San Sebastián y, fuera del recinto, la casa de Jorge Juan», concreta Jaén, quien considera que hay que hablar con propiedad cuando se hace referencia a la Vila Murada y de los elementos arquitectónicos y urbanísticos sometidos a protección oficial.
Otra visión
Un arqueólogo que ha realizado numerosos trabajos en Elche, y que prefiere mantenerse en el anonimato, considera por su parte que los hallazgos arqueológicos no necesitan ningún grado de protección. «Están más que protegidos porque la Conselleria (de Cultura) no va a consentir que se toque ni una piedra. Se van a musealizar seguro».
A su juicio, la estructura islámica está más que protegida de facto y está claro que se va a salvaguardar «porque sino no se hubiera delimitado, vallado y techado. Si no se fueran a proteger, se hubieran vuelto a tapar», indica este especialista que añade por último: «Los baños árabes tienen la misma protección que si fuera BIC. Ojalá muchos hallazgos como este estuvieran tan protegidos como algunos BIC».
Otro arqueólogo consultado, no obstante, discrepa al entender que, solo con vallarlo, lógicamente, no es BIC, aunque también reconoce que no es una cuestión que domina, al igual que reconoce el arquitecto y presidente Ruskin Coffe, Tomás Martínez Boix.
No obstante, este último, que insiste en que no conoce bien la cuestión, cree a priori que unos restos de estas características son per se un bien de interés cultural.
«Lo lógico es que cuando terminen las excavaciones haya un BIC específico (para estos baños)», según Martínez Boix.
Bien de Relevancia Local
El arquitecto añade, por otra parte, que la declaración y la propia petición como BIC para estos restos «trasciende» del propio Ayuntamiento. «En todo caso el Ayuntamiento puede realizar la declaración de Bien de Relevancia Local, pero es la Conselleria la que debe promover la declaración de BIC», indica
El que fuera director del Museo Arqueológico y de Historia de Elche (MAHE) hasta 2012, Alejandro Ramos, señala, en primer lugar, que para cualquier edificación que se acometa dentro de la Vila Murada se requieren prospecciones arqueológicas.
«Las valoraciones a la hora de la protección son muy amplias. En líneas generales, algo tiene que ser muy singular para que se proteja», indica el arqueólogo quien, en cualquier caso, él sí es de la opinión de que los baños árabes están dentro de la zona de protección de la Vila Murada.
Garantizada
«Está garantizada su permanencia y es exigible su protección», señala Ramos, para rubricar por último: «Es una estructura que hay que conservar. Es obvio».
Otros arqueólogos y expertos consultados ayer por este medio también coincidían en cualquier caso con lo que trata de hacer ver Gaspar Jaén a los políticos.
Este último, no obstante, llega a aportar otro argumento más de peso: todos los monumentos declarados con un grado alto, medio o bajo valor cultural del territorio valenciano se encuentran recogidos en el Catálogo de Monumentos y Conjuntos de la Comunidad, editado por la Generalitat Valenciana en 1983. En él no se recoge para nada que el entorno del Mercado o el propio Ayuntamiento estén incluidos en ningún decreto de protección. «La protección se hace mediante decretos o leyes», recuerda por último el doctor arquitecto ilicitano.
