El culebrón del hotel de Arenales no se acaba de cerrar. Costas acaba de pedir a la empresa concesionaria, Princesol, que presente un proyecto de la estructura antigua del edificio, en el que quede constancia de la localización de los pilares de fibrocemento y los muros de ladrillo, algo que, no obstante, desde el equipo técnico, su responsable, el ingeniero Florentino Regalado, interpreta como una buena señal.

El Gobierno central decretó la paralización de los trabajos el pasado 31 de mayo, después de las denuncias presentadas por la Asociación de Consumidores y Usuarios José María Mena y el funcionario municipal Marcos Sánchez Adsuar. Alegaba Costas que el permiso era para la rehabilitación, y que, en este caso, se habían producido derribos que se extralimitaban de la autorización.

Desde entonces, las obras han estado paradas, al mismo tiempo que el Ayuntamiento de Elche continuaba con una investigación abierta en abril precisamente también por la denuncia recibida por parte de Marcos Sánchez Adsuar. A partir de ahí, llegarían las reuniones de los representantes de la empresa con una y otra Administración, el registro de las alegaciones de rigor y del proyecto modificado, e incluso una segunda inspección por parte de los técnicos municipales, en concreto, el pasado lunes, mientras que las obras continuaban bloqueadas.

Y todo ello en un marco en el que tanto la empresa como el equipo técnico siempre han mantenido que se han ajustado a la legalidad y que ha habido partes del edificio que se han venido abajo por el mal estado de los materiales, y otras demoliciones controladas para garantizar la seguridad de los obreros.

Ahora el paso que acaba de dar Costas, apunta Florentino Regalado, no puede más que darles un soplo de esperanza. «El hecho de que nos pidan un plano que refleje la situación de los pilares de fibrocemento y las muretas de ladrillo es señal de que Costas está asumiendo que la estructura del edificio está hecha con materiales que no permiten las normas vigentes, como siempre hemos mantenido», sostiene.

De hecho, en estos momentos, se encuentran trabajando en esta cuestión, con la vista puesta en agilizar al máximo el proceso con el fin de conseguir que la situación se pueda desbloquear cuanto antes. No es el único documento nuevo que se les ha pedido. El Ayuntamiento de Elche también les ha solicitado un cambio, en la forma que no en el contenido, del proyecto ya modificado que presentaron hace unas semanas.

El expediente abierto en el Ayuntamiento, además, está a expensas de que se firme el acta de conformidad entre las dos partes, tras esta segunda revisión a pie de obra, en la que una y otra parte pusieron sobre la mesa sus argumentos. «En esa visita, tratamos de insistir mucho en que los técnicos vieran los pilares de fibrocemento y las muretas de ladrillo, que no reúnen seguridad de ningún tipo», alega el responsable del equipo técnico.

En este sentido, Regalado hace hincapié en que la licencia de obras que concedió la Administración local recoge que todas las fachadas del edificio, las paredes recayentes al patio de manzana y las medianeras que hayan de quedar descubiertas se deben ejecutar con materiales que garanticen las condiciones necesarias de seguridad, salubridad y ornato, algo que, como subraya el ingeniero, precisamente es lo que han tratado de hacer con lo que han hecho.

A ello, añade que ese mismo permiso municipal detalla que las obras, consideradas de rehabilitación, sólo pueden suponer intervenciones tendentes a mejorar las condiciones de salubridad, confortabilidad, seguridad y ornato, pudiendo modificar sus características morfológicas y distribución, pero sin llegar a la demolición del inmueble. «Demoler es tirar abajo todo el edificio y volver a levantarlo, algo que no hemos hecho. Lo que se ha hecho es cumplir con el código técnico y la normativa sísmica».

Sea como sea, Regalado alerta de que «confiamos en que nuestros argumentos también queden reflejados en el acta de conformidad, porque en la visita, aunque hubo discrepancias amigables, todo se resolvió cordialmente». Al respecto, no duda en afirmar que «creemos que todo va por el buen camino, porque hay voluntad por parte del alcalde de Elche, que está mostrado el máximo interés y que está poniendo toda la carne en el asador para que Costas resuelva esta cuestión cuanto antes».