El tripartito ha conseguido al final poner en pie de guerra tanto a defensores como a detractores del nuevo Mercado Central. Después de meses y meses en los que el proyecto no avanza, por más que el equipo de gobierno se afane en proclamar que están haciendo lo que toca, que no es más que cumplir los pasos que marca la ley, unos y otros -esos defensores y esos detractores- coinciden en que el equipo de gobierno parece más bien que lo que están haciendo es nadar y guardar la ropa. Es precisamente en este marco en el que Compromís, de forma indirecta, eso sí, volverá a reabrir el melón del Mercado Central en un pleno municipal, con una moción en la que pide a la Concejalía de Cultura, en manos de la socialista Patricia Macià, que tramite la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) para los Baños Árabes de la Plaça de la Fruita. Obligarán así los de Mireia Mollà a su principal socio de gobierno, el PSOE, a retratarse en esta cuestión. Hasta ahora, de hecho, los socialistas poco menos que habían dado a entender que no querían dar un paso en falso que permitiera a Aparcisa acudir al juzgado. Ahora todo apunta a que no les quedará otra que mojarse.

En principio, Compromís moverá ficha el martes, justo dos días después de las elecciones generales, y, además, lo hará de la mano de una moción que toma como base sendos escritos que ya firmaron en abril los ediles de Compromís junto a unos 70 profesionales, como el catedrático de Historia Medieval de la Universidad de Granada Antonio Malpica; el catedrático de Arquitectura de la Universidad de Alicante Gaspar Jaén; el presidente de Ruskin Coffee Arquitectes, Tomás Martínez Boix; el Niño de Elche y hasta el exalcalde Manuel Rodríguez Maciá, junto a representantes de otras plataformas. No obstante, en la moción no se hace ninguna mención expresa al Mercado Central, como ocurría en los escritos originales.

En esas misivas iniciales en las que Compromís se alineaba con los opositores al nuevo Mercado Central, planteaban tanto al Ministerio de Cultura como al departamento que dirige Vicent Marzà -conseller de Compromís- la declaración urgente de los Baños Árabes como BIC. Lo que buscaban con ello los promotores de esta iniciativa era la paralización del expediente del nuevo mercado hasta que se lograra ese plus de protección y, una vez logrado, que se acotara cuál debía ser el perímetro de protección de esos restos, poco menos que cruzando los dedos para que ese límite impidiera que el proyecto saliera adelante. Y todo ello lo hacían después de que la directora general de Patrimonio, Carmen Amoraga, admitiera en noviembre que los Baños Árabes ya contaban con la protección del BIC la Vila Murada. Es más, recientemente el propio Marzà en sede parlamentaria también, a una pregunta del diputado de Podemos Antonio Estañ, respondió en ese mismo sentido.

«Es cierto que los Baños Árabes están protegidos dentro del BIC de la Vila Murada, pero entendemos que, en este caso, se precisa una protección singular, que se recoja dentro del catálogo de BIC de la Comunidad Valenciana, sobre todo a efectos de divulgación e investigación, algo que Vicent Marzà nunca ha descartado», se justificaba Mireia Mollà.

Ahora su formación ha registrado en el Ayuntamiento una moción que se suma a la proposición no de ley que ya presentó hace unas semanas el grupo parlamentario de Compromís en las Cortes, para instar al Consell a iniciar los trámites para la declaración singular como BIC, hasta el extremo que se puede decir que uno y otro texto son calcados. No en vano, la diputada autonómica de esta misma coalición Marian Campello incidió ayer en que el objetivo es que estos segundos baños árabes aparecidos en la ciudad «cuenten con protección, y que el patrimonio ilicitano se sitúe por delante de cualquier proyecto especulativo del PP». Descartó, además, que un paso y otro sean incompatibles. Sea como sea, los opositores al proyecto no ocultaban por la tarde su temor a que esto pueda ralentizar aún más el proceso, y, en particular, la convocatoria de la comisión de Patrimonio en las Cortes que les dijeron que se celebraría antes de las elecciones del domingo.

También la portavoz municipal de Compromís se pronunció en la misma línea que Campello. Descartó que uno y otro paso sean incompatibles. «Partimos de la base de que el anterior Consell no hizo nada en el catálogo de BIC, y eso ha hecho que la Conselleria se haya encontrado con muchísimas peticiones. Por eso, entendemos que, si iniciamos nosotros los trámites, puede ser más fácil, y entendemos también que el Ayuntamiento debe asumir su responsabilidades», dijo, sin entrar mucho en el problema de fondo, que es la construcción del edificio.

Más incisiva se mostró con lo que pueda pasar el martes. «Esta moción no hace daño a nadie, y sí protege el patrimonio de los ilicitanos e ilicitanas. Por eso, no entenderíamos que no salga por unanimidad», sentenció. De momento, la unanimidad parece improbable, pero al PSOE sí lo pone en un brete.