Los contratos temporales han crecido un 55,1% en cinco años en la comarca del Baix Vinalopó. Así, en el 2010 este tipo de contratos fueron un total de 51.249, mientras que en 2015 se registraron 79.477 documentos de la misma clase, lo que supone 28.228 más. La contratación estacional supuso el pasado año casi el 90% de todos los contratos que se rubricaron.

Por otro lado, los contratos fijos también han aumentado, aunque no en la misma proporción. En este caso se pasó de los 6.871 acuerdos indefinidos del 2010, a los 8.971 de 2015.

Estos datos hacen que, evidentemente, el grueso de la contratación total también haya experimentado una subida, pasando de 58.100 contratos en 2010 a los 88.100 del pasado año, lo que supone un crecimiento de un 52,2%.

Desde el sindicato Comisiones Obreras (CC OO) destacan que este incremento de los contratos temporales va en detrimento de la calidad del empleo, ya que si bien es cierto que se registran más contratos, estos son de muy poco tiempo, «incluso hay contratos de un día», apuntaron. De esta forma, «una misma persona puede incluso firmar diez contratos en un año», resalta el responsable de Acción Sindical y Empleo de Comisiones Obreras -Vinalopó Vega Baja, Antonio Ferrández.

El responsable explica que «la contratación se tiene que basar en la causalidad. Hay una causa que hace que se necesite personal, o más personal temporalmente, pero ahora se ha quitado esta causa y la gente va rotando siempre. Además, estamos pasando de trabajo a tiempo completo, a parcial y el problema es que casi el 90% están en fraude de ley porque no trabajan esas horas. Pueden estar dados de alta cuatro horas por si viene una inspección, pero después trabajan 6 o más horas. Esto es lo que ha hecho la reforma laboral».

Ferrández apunta que «se aprovechan este tipo de contratación para generar los mínimos derechos, incluyen todo en el salario, vacaciones, pagas extra y demás».

Recuperación

Por sectores productivos, llama la atención la recuperación del sector de la construcción, muy castigado por la crisis-, sobre todo en Elche y Crevillent. En la capital del Baix Vinalopó se pasó de 4.899 contratos en 2010, a los 19.790 documentos firmados el pasado año, con lo que se la cifra de contratos se ha multiplicado por cuatro.

En Crevillent, para el mismo periodo de referencia, el incremento fue de 603 a 3.175, lo que supone quintuplicar los empleos creados vinculado a esta área productiva.

Sin embargo, este municipio es donde más se aprecia la bajada que ha tenido la industria. La localidad alfombrera pasó de rubricar 1.697 contratos en el sector industrial en 2010, a registrar únicamente 359 el pasado año.

Por su parte, el sector servicios sigue siendo el motor más importante de la economía, pasando de 37.698 contratos en la comarca a 55.942, es decir, el pasado año se generaron 18.244 empleos más. Un hecho significativo es que se confirma la tendencia de esta área productiva a ganar peso, en Elche sobre todo. En este municipio el pasado año se hicieron 16.945 contratos de este tipo más que en 2010, pasando las cifras de 29.753 a 46.698, lo que supone un aumento de casi un 57%.

Los datos de empleo también revelan la situación laboral ha empeorado para los menores de 25 años. Si en 2010 un 21,1% del total de contratos que se realizaba era para jóvenes en esta franja de edad, el pasado año únicamente obtuvieron el 15,5% de los documentos de empleo.

En este sentido el responsable de CC OO recuerda que, a nivel nacional, «tenemos el desempleo juvenil más alto de toda la unión europea. Y si vas al sector servicios, que es el que más contrata, tienden a buscar empleados no titulados, con lo que muchos jóvenes han llegado incluso a rebajarse el curriculum y otros, evidentemente, optan por marcharse».

Por el contrario, en 2015 mejoró la contratación para los mayores de 44 años con respecto a cinco años antes. En este caso este grupo pasó de tener el 18,6% de los contratos totales a acaparar el 24,72% el pasado año. Esto se explica, según Ferrández, en que en estas edades «se suelen tener cargas familiares y al final van a coger el trabajo, aunque no sea el que quisieran. Además de cara a la empresa, cuentan con un plus de que da la experiencia y se encuentran aún a pleno rendimiento. Sin embargo, si dispusiéramos de las cifras de 55 a 65 años, seguro que veríamos que en este grupo volvería a bajar el porcentaje».