Poco a poco, aunque muy despacio, la situación del Mercado Central de Elche avanza. Tras asegurar el conseller de Educación y Cultura, Vicent Marzà, en sede parlamentaria, que las catas arqueológicas, que tienen como fin conocer exactamente si hay restos de valor bajo el inmueble de abastos, además de los baños árabes, están autorizadas, el Ayuntamiento de Elche da por hecho, por tanto, que éstas se tienen que realizar.

La portavoz de la junta de gobierno, Patricia Macià, así lo señaló ayer, para matizar a continuación que el tripartito, no obstante, «no da por hecho que el proyecto va a seguir adelante».

Tanto ella como el edil de Urbanismo, José Manuel Sánchez, insistieron por enésima vez en que, en función de los datos que aporten estas catas, se decidirá paralizar toda la actuación o, en su defecto, modificar, si es necesario, la obra ya adjudicada a principios de 2015 y que acumula largos meses de retraso.

José Manuel Sánchez agregaba que el Ejecutivo local se «congratula» por la respuesta del conseller de Educación y Cultura acerca de que las catas ya están autorizadas. A partir de aquí, el Ayuntamiento aguarda la respuesta del Consell Jurídic Consultiu acerca de la legalidad de revertir dos plantas de parking subterráneo a la concesionaria.

Una vez esté resuelta esta cuestión, y si no hay inconveniente alguno, «corresponderá al Ayuntamiento poner a disposición de la concesionaria los terrenos, es decir, el Mercado Central, para comenzar a efectuar las excavaciones arqueológicas», declaraba ayer el titular de Urbanismo. No obstante, desde el tripartito no se atreven a vaticinar una fecha aproximada de cuándo se pueden empezar a acometer estas catas.

El edil de Urbanismo, que no duda en calificar el trabajo del anterior equipo de gobierno del PP con respecto a la adjudicación de la obra futura del Mercado de «procedimiento enrevesado que el PP hizo rematadamente mal», insiste en que el actual Ejecutivo local ha tenido que analizar minuciosamente el contrato y cumplir desde un principio con la legalidad.

Pero, además, José Manuel Sánchez criticó ayer a los populares porque, a su juicio, cuando gobernaron debían haber procedido a desalojar a los vendedores que permanecen aún en el viejo Mercado Central, un auténtico problema que tendrá que afrontar ahora el tripartito. De hecho, la quincena de empleados que queda en el inmueble ya ha dejado claro en varias ocasiones que ellos solo se marcharán de sus puestos bajo orden judicial.

Por otro lado, desde el equipo de gobierno se ha insistido en que, tras conocer la inspección de Sanidad sobre la salubridad del Mercado Central, se llevó a cabo una «limpieza exhaustiva».