Un cuchillo de cocina con punta fue el arma con la que un hombre de 50 años acabó el martes al mediodía con la vida de su padre, de 76 años, en el rellano de una vivienda ubicada en el Paseo de Germanías, para después quitarse la vida con el mismo cuchillo, en un trágico suceso que ha conmocionado a Elche y, en especial, al barrio de El Pla.

La Policía Nacional continuó ayer practicando las diligencias del caso, a las que se van a unir los resultados de las autopsias que se han elaborado en el Instituto Anatómico Forense, para remitirlas al juzgado. De hecho, los cuerpos fueron trasladado ayer al mediodía al tanatorio de l'Aljub, donde por la tarde se celebró el funeral.

Las primeras investigaciones apuntan a que la agresión se produjo en el rellano de la vivienda, donde, según parece, tuvo lugar una discusión entre padre e hijo, que acabó con el segundo apuñalando al primero para quitarse la vida después con el mismo cuchillo. De hecho, los primeros indicios apuntan a que el padre no dejó entrar al hijo al edificio, pero éste acabó accediendo y lo interceptó ya fuera de la vivienda.

Las disputas entre el hijo y sus padres eran muy habituales, y muchas veces fue necesaria la presencia de patrullas de la Policía Local y de la Policía Nacional, pese a que los progenitores intentaban resolver los conflictos sin la necesidad de interponer denuncias, según apuntaron ayer fuentes de la investigación.

La madre, que prestó declaración en la Comisaría de la Policía Nacional de Elche poco después de que la comisión judicial procediese al levantamiento de los cadáveres, fue la que se encontró el dantesco panorama cuando regresó a la vivienda tras realizar unas compras.

De hecho, minutos antes del suceso la mujer se puso en contacto por teléfono con su marido para avisarle de que necesitaba que bajase para ayudarle con las bolsas. La investigación apunta a que el hijo pudo aprovechar el momento en el que el padre salía de la vivienda para llegar hasta él, y propinarle las puñaladas que acabaron con su vida, sin necesidad de que llegara a entrar al piso

El matrimonio también tiene una hija que reside en Madrid y que se trasladó el mismo martes por la tarde a Elche tras conocer el trágico suceso. Madre e hija han precisado atención psicológica. De hecho, en un primer momento, fue una profesional de Psicólogos Sin Fronteras la que, junto a DYA, atendió en un primer momento a la mujer y madre de los dos fallecidos.

El parricida tenía una enfermedad mental diagnosticada y vivía alejado sólo unas calles de la vivienda de sus padres y, según indicaron varias fuentes a este diario, no quería tomarse la medicación, por lo que su estado psicológico pudo verse agravado por esta razón. Además, tenía antecedentes por violencia de género y por amenazas a sus padres.