La zona del Paseo de Germanías, en el barrio de El Pla, trataba de recuperar ayer la normalidad tras el gran sobresalto que vivió el martes, cuando policías y sanitarios tomaron la calle. Frente al inmueble en el que se registró el trágico suceso que se saldó con dos personas fallecidas, ayer se reunían varios vecinos, que se lamentaban de las consecuencias del suceso.

«No nos acabamos de creer lo que ha pasado», decía ayer una mujer mientras apuntaba con el dedo a la fachada del número 28 del Paseo de Germanías. Justo en frente de la vivienda, sentados en un banco, un grupo de vecinos aseguraban que el suceso se podría haber evitado «si los padres hubiesen presentado denuncias contra el hijo. Pero es normal que un padre no quiera denunciar a su hijo».

Los vecinos relataban que «estamos acostumbrados a ver como el hijo venía mucho a pedir dinero, era un persona con problemas, y no hace mucho tuvo que venir una patrulla de la Policía, pero lo padres nunca querían denunciarlo».

De esta forma, los vecinos del barrio valoraban que la muerte del vecino de la zona, de 76 años de edad, «se podría haber evitado si se hubiesen tomado medidas, más sabiendo que el hombre no se tomaba la medicación».

Uno de los vecinos aseguraba que la víctima, el hombre de 76 años, «era una gran persona, solía salir mucho a pasear al perro, y era un vecino muy agradable y educado con el que se podía hablar mucho. Es una pena que un hombre trabajador y bueno haya acabado así».