Un grupo de niños de dos años atienden sentados en el patio a las instrucciones de una educadora. Recogen distintas pulseras de colores y hacen equipos para jugar al baloncesto. En grupo, los niños esperan el turno de su grupo para lanzar canastas.

Aunque las reglas parezcan sencillas, realizar una actividad como esta para niños con dificultades sociales puede ser una odisea. Desde la Fundación Salud Infantil de Elche, están consiguiendo que los pequeños con problemas para hacer grupos estén integrados en los momentos de juego. La iniciativa pedagógica «patios dinámicos» aplica un método que consiste en enseñar a jugar y a socializar a los pequeños a través de juegos dirigidos con instrucciones. Esta actividad se realiza, de momento, un día por semana. De este modo, desde hace un mes, las educadoras de la Fundación ya han notado mejorías en la integración en la escuela de pequeños con autismo o patologías que les aislan del contacto natural con otros niños. Las trabajadoras de la Fundación Salud Infantil afirman que los padres también están notando los cambios y se alegran de los avances sociales de los niños.

Dentro y fuera de las aulas

Los «patios dinámicos» son una iniciativa de la psicóloga asturiana Gey Lagar. Esta profesional desarrolló un sistema pedagógico para «enseñar a jugar» a niños con problemas de autismo haciéndoles partícipes del recreo con el resto de alumnado que, de forma voluntaria, quiera participar de los juegos propuestos.

Lagar dio una charla en la fundación hace unos meses y, desde entonces, se optó por realizar este sistema de integración en el centro. El proyecto de Lagar tiene, además, otra aplicación fuera de las aulas. El mismo método que se aplica en patios de recreos puede realizarse por los padres en los parques. Con la misma técnica de juegos dirigidos pueden conseguir que los niños en lugares públicos de una ciudad también se unan al juego, consiguiendo un trabajo integrador social.

Un sistema más activo

La directora del centro, Jessica Piñero, afirma que la Fundación Salud Infantil no es una escuela, sino que se dedica a promocionar el desarrollo de los niños y prevenir alteraciones en su comportamiento. Uno de los objetivos destacados del sistema de enseñanza es el «aprender a aprender».

Así, desde este curso han implantado un sistema pedagógico basado en las inteligencias múltiples. Se han eliminado las tradicionales fichas de aprendizaje por un sistema más activo en el que los niños aprenden de manera dinámica. Como ejemplo, la directora cuenta que, en vez de aprender los números viéndolos escritos en un papel, los niños disponen de un huerto ecológico en el que cuidan las plantas. Con él, reconocen su aspecto y textura y, además, se les enseña a contar partiendo del número de plantas de su jardín. Los niños aprenden múltiples conceptos y están más preparados para ir a la escuela, según Piñero.

La directora quiere «igualar en capacidades a todos los pequeños dentro de sus limitaciones». La fundación cuenta con 98 niños de hasta tres años, de los que un 30% tienen capacidades distintas.