Las matronas del Departamento de Salud del Vinalopó, conscientes de la importancia que tienen los estados de ánimo en el desarrollo del bebé, han puesto en marcha un ciclo de talleres de creatividad para mujeres embarazadas en el que las mamás y sus parejas han tenido la oportunidad de aprender nociones básicas de fotografías, pintura y dibujo, utilizando sus propias barrigas como el lienzo idóneo en el que plasmar sus emociones y estados de ánimo. Un centenar de mujeres embarazadas y sus parejas han participado en esta actividad.

El embarazo es un periodo en el que la capacidad creativa e intuitiva de las mujeres embarazas está en auge y, fomentarla, permite que las mamás y sus parejas puedan vivir con más intensidad la conexión con sus bebés. Además, la expresión artística genera endorfinas (las hormonas capaces de producir felicidad) que se transmiten al bebé, favoreciendo así su bienestar. Por otro lado, la segregación de esta hormona ayudará también en el momento del parto.

Gemma Mínguez, matrona y coordinadora de esta actividad, ha puesto de manifiesto la importancia que entraña para las mujeres y sus parejas el desarrollo y expresión corporal que se desprende en este tipo de actividades. «Desde hace años nos interesamos por la salud de los bebés dentro del útero materno: cómo influyen los acontecimientos de nuestra vida en ellos; cómo los estados de ánimo interfieren en su desarrollo y crecimiento». Además, añade, «numerosos estudios avalan el modo en que el estrés afecta negativamente en el embarazo, aumentando las tasas de partos prematuros por lo que actividades como ésta que favorecen la relajación y el bienestar son muy recomendables».

Actividades como escuchar música, dibujar, darse un buen baño, comer chocolate, reír, correr, bailar, practicar sexo o pasar un buen rato con los amigos, permiten que nuestro cuerpo libere endorfinas y nos sintamos mejor con nosotros mismos.

Técnicamente, se trata de unos neuropéptidos (pequeñas cadenas de proteínas) generados en la glándula pituitaria e hipotálamo que, una vez liberadas al torrente sanguíneo, actúan como neurotransmisores, produciendo un efecto analgésico y sensación de bienestar.

De este modo, los talleres de creatividad se basan en este pretexto para conseguir que las futuras mamás y sus parejas salgan de la rutina y aumente el valor personal que permite al organismo liberar estas «hormonas de la felicidad».

Gema Mínguez explica que «durante el parto, se activa la parte más instintiva y primitiva del cerebro de la mujer para segregar las hormonas necesarias para el parto, en especial la oxitocina». Por ello, insiste en que es «importante desconectar la parte racional y el lenguaje verbal y sumergirse en un torrente de sensaciones». Por eso, señala, «muchas mujeres, se encuentran más reconfortadas con una mirada, con un masaje, una caricia, con la simple presencia de su pareja». En esta línea, insiste en que «es bueno que, durante el embarazo, una mujer tenga oportunidades de acceder a esta parte instintiva del cerebro, generando cierta desconexión para que esta transición sea más familiar y fácil en el momento de dar a luz».