Eran las 17 horas pero Aarón Soler ya estaba nervioso unas tres horas antes, después de comer en casa, deseando pisar el campo 8 de la Ciudad Deportiva de Elche. El motivo de su impaciencia era el reencontrarse con sus compañeros de equipo y realizar el saque de honor del último partido de la temporada para el «Lacados Epoxicolor B».

Una multitud de familiares, amigos y gente que deseaba mostrar su apoyo al joven y a su entorno les recibió con una calurosa bienvenida en cuanto se acercaron al campo. Aarón Soler llegó andando desde el vestuario ante la sorpresa de varios de sus compañeros que, según afirmaron, aún pensaban que no estaba listo para dejar la silla de ruedas.

Abrazos, saludos y mucha emoción rodearon los momentos previos al saque de honor. Una mujer del público aseguró que llegó desde Pinoso y que había dejado de asistir a la boda de un sobrino porque no quería perderse ese momento. Muy emocionada, saludó a Octavio Soler, el padre de Aarón. Él aseguró que la mujer había sido un gran apoyo a través de las redes sociales y que agradecía enormemente su presencia en el campo. Aarón, mientras, esperaba en el banquillo el momento de realizar el saque de honor sin dejar de sonreír.

Puntual, el árbitro llegó para comenzar el partido. En ese momento, Aarón Soler se levantó, luciendo el brazalete de capitán y acompañado de sus padres recorrió el pasillo que sus compañeros de equipo y los rivales formaron a su paso entre aplausos. Su grupo lucía las camisetas blancas de apoyo con el lema «Aarón somos todos» y eso mismo corearon desde el otro lado del campo los asistentes al evento.

Tras el pitido del árbitro, Soler hizo el primer saque que ha supuesto un gran paso para su recuperación.

Mejora constante

Aarón estuvo en el vestuario con sus compañeros y entrenador. Los saludó uno a uno y ellos leyeron mensajes que habían escrito especialmente para ese momento. El padre de Aarón afirmó que este momento supondrá un gran paso para su mejora. Prepararon el momento del saque de honor con su fisioterapeuta durante varios días. Paso a paso, el joven deja atrás los malos momentos vividos en el campo 8 la Ciudad Deportiva para volver a pisarlo lleno de esperanza y fuerzas para conseguir la mejor de las rehabilitaciones. posibles.