La Sociedad Agraria de Transformación San Enrique celebró ayer su asamblea en la que aprobó por unanimidad el inicio de los procedimientos administrativos necesarios para terminar la última fase de modernización de sus regadíos.

Este paso supone llevar el agua «por tubería y por contador a pie de las parcelas» tal y como explicó el presidente de la entidad, Ángel Urbina. El proyecto necesita una inversión de dos millones y medio de euros, aproximadamente, y se acometería en un plazo de entre dos y tres años, por lo que para el 2018 habrá parcelas que puedan tener agua del Júcar en su casa, según apuntó el responsable del colectivo. «El objetivo es llevar el agua del Júcar a la parcela de cada regante. Por tuberías de presión y con contador», expresó el presidente de la SAT San Enrique.

En este caso, los beneficiados serían los 600 comuneros de la zona norte de Elche, en la margen derecha del Vinalopó, lo que incluye partidas como la de Carrús y Peña de Las Águilas.

Urbina señaló que para obtener esta financiación existen dos posibilidades. Por un lado, hacerlo a través de la Sociedad Estatal de Infraestructuras Agrarias (SEIASA). La otra alternativa es que se encargue la propia SAT San Enrique. La entidad tiene que valorar las opciones y decidir en unos quince días qué vía tomar.

Los asistentes también aprobaron por unanimidad solicitar una póliza de crédito de 6.000 euros destinada a pagar el agua llegada del Júcar-Vinalopó.