El 8 de febrero de 2016 Marisol Villegas volvió a nacer. Ese día la vecina de Aspe y paciente del Hospital del Vinalopó se sometió a una operación de transplante de riñón que le ha devuelto la vida y la sonrisa. Una donación que llegó de manos de una amiga, María Teresa García, que viendo como la esperanza de Marisol se apagaba decidió, junto con otros dos amigos, dar un paso adelante y ayudar a uno de sus seres queridos. Ahora, cuando se acaba de celebrar esta semana el Día del Donante, las dos amigas celebran la vida que tienen por delante.

Marisol padecía una enfermedad renal que le obligaba a someterse a un tratamiento de diálisis para sobrevivir. «Llegó un momento en el que empeoré mucho, y la única esperanza que tenía era encontrar un donante», explica Marisol, a la vez que recuerda que «me llamaron dos veces, pero en ninguna de las ocasiones el órgano era compatible». Es más, Marisol relata que, «como me detectaron muchos anticuerpos, los médicos tuvieron que descartar la opción del transplante de órgano de fallecido, por lo que la única opción que tenía era encontrar un donante vivo».

Fue ahí cuando la vecina de Aspe comentó su situación en su entorno familiar y de amigos, encontrándose con una grata sorpresa. Y es que tres de sus amigos se ofrecieron a ser sus donantes, algo poco inusual en España, donde la mayoría de donaciones se realizan entre familiares.

«Cuando más complicado veía mi futuro, aparecieron mis amigos, que me acompañaron a Alicante para hacernos las pruebas», recuerda Marisol. Los primeros resultados dieron negativo, pero los especialistas del Hospital del Vinalopó apostaron por repetir las pruebas en Valencia, donde dos de los tres pasaron satisfactoriamente los resultados.

La escogida para la donación fue María Teresa García, que asegura que «tenía muy claro que quería ayudar a Marisol, fue un acto totalmente altruista». Y es que esta mujer de 46 años destaca que «con la donación he ayudado a una amiga, que forma parte de mi familia desde hace 16 años, a mejorar mucho su calidad de vida». María Teresa recuerda que «mi familia me apoyó en todo momento. Al principio se quedaron sorprendidos, pero me apoyaron».

La intervención se llevó a cabo en el Hospital de la Fe, en Valencia, y la recuperación fue bien para las dos. «Al cuarto día estaba en casa», destaca María Teresa, mientras Marisol afirma que «gracias a mi amiga vuelvo a tener ganas de vivir».

La Comunidad Valenciana registró durante el último años 491 trasplantes de órganos, que fueron posibles gracias a 206 donantes.