El Parque Infantil de Tráfico se convirtió ayer en un punto de reunión y de celebración donde más de 375 personas con discapacidad psíquica recibieron un reconocimiento por haber superado con éxito los cursos de educación vial.

Durante varios meses, los alumnos de nueve centros ocupacionales, educativos y asociaciones de Elche pasaron por los talleres de educación vial organizados por la Escuela Municipal de Educación Vial del Parque Infantil de Tráfico y el Ayuntamiento. A través de jornadas teóricas y prácticas, estas personas han conocido las normas básicas de seguridad vial, como peatones y copilotos y también como usuarios de bicicleta. Fuentes de la Policía Local aseguran que los talleres se incluyen en un programa educativo adecuado a los ritmos de aprendizaje y a las necesidades de los alumnos con diferentes grados de discapacidad. Además, mantienen que la parte práctica en el Parque de Tráfico es la parte más entretenida y divertida para ellos, porque conducen bicicletas adaptadas y karts, pero, sobre todo, pueden mejorar sus reflejos, la psicomotricidad y el sentido de la orientación.

En el acto de celebración, se reconoció el trabajo de los alumnos con un diploma acreditativo y medallas. Pero este no fue el reconocimiento que más destacaron los alumnos. Una alumna del centro ocupacional de Altabix subrayó que lo más importante del día era que ahora ya conoce las normas para circular por la calle sola, ya sea andando o en bici. Y es que estas personas reclaman autonomía. Entre los asistentes quedó patente las ganas que tienen de poder demostrar sus conocimientos, destrezas y habilidades también fuera de los centros ocupacionales.

«Queremos trabajar»

Los miembros de la asociación APSA tienen clara la respuesta con relación a qué quieren dedicarse en un futuro próximo. Casi al unísono responden que trabajar es su objetivo a corto plazo. Desde APSA centran sus esfuerzos en preparar a las personas que entran a su asociación para ser autónomos y conseguir un trabajo. Más de uno de sus miembros ya ha hecho prácticas en alguna empresa y tienen claro que volverán a repetir.

El objetivo de uno de ellos es ser guía turístico para el Centro de Congresos, porque, afirma, le encanta la historia de Elche y enseñarla a los visitantes. Otro de los miembros de APSA trabaja actualmente en una empresa de calzado de la ciudad como vendedor. Entró con un contrato de tres meses y se lo han vuelto a renovar por su rendimiento. Otra de las participantes se ha preinscrito en la Universidad Miguel Hernández a la Cátedra de Discapacidad y Empleabilidad y espera poder ser una de las escogidas para realizar el curso de Título de Experto en Tareas Auxiliares de Tienda que comenzará el próximo curso.

Desde Adipsi, Lorena Ferrández, una de sus integrantes, destaca que ella es una parte muy activa de la asociación y que no sólo aprende, sino que enseña y apoya a otros miembros con discapacidades psíquicas acentuadas a relacionarse. Afirma, de forma vehemente, que ella puede hacer «todo lo que se ponga por delante». Relacionarse con la sociedad en general y con otros miembros de centros ocupacionales también es una manera de que ganen confianza.

Tras la entrega de diplomas en el Parque de Tráfico también se ofreció un almuerzo y se organizaron varias actividades en las que se incluyeron música, baile y un espectáculo de magia. Los asistentes, procedentes de varios centros, no dejaron pasar la oportunidad para poner fecha a una futura cita con el fin de impulsar actividades conjuntas entre todos ellos.

Por su parte, el alcalde de Elche, Carlos González, declaró que se reforzarán las actividades de integración con las personas con capacidades distintas, porque «es un colectivo con el que no se ha trabajado lo suficiente».