¿Cuáles son las últimas tendencias en el campo de las telecomunicaciones?

La gran mayoría de empresas de telecomunicaciones están trabajando en dos campos: aplicaciones y servicios por un lado; y, por otro, en las redes que van a soportar estas aplicaciones, las redes de comunicación. La fibra óptica se está imponiendo, estableciéndose como medio de telecomunicación preferente, porque tiene un gran ancho de banda. Y también están surgiendo un montón de aplicaciones que tienen que ver, por ejemplo, con sistemas de televisión bajo demanda para el móvil.

¿Qué demanda el usuario en este sentido?

Cada vez requerimos más vídeo y más imágenes y esto precisa redes con ancho de banda potente. Por eso, en los hogares, se está contratando cada vez más fibra óptica.

¿Que sorpresas nos deparan a corto plazo?

La investigación y el desarrollo nos indican lo que está por venir con respecto a lo que hay ahora en mercado y, en ese sentido, estamos trabajando en el 5G y en el internet de la cosas. Eso último supone dar servicio de comunicación no solo a las personas, sino también a aparatos con una cierta inteligencia. Es decir, vamos a estar conectados a los distintos electrodomésticos, vehículos o dispositivos, pero también esos objetos lo van a estar entre sí. De este modo, nos podremos conectar remotamente y, a su vez, ellos mismos, dotados de una cierta inteligencia, podrán interactuar. El ejemplo típico es el de la nevera que detecta que no queda leche y, por sí misma, hace el pedido al supermercado. Y a eso vamos a tender, para bien o para mal y donde va ser delicado el tema de la privacidad y la seguridad de datos.

Le voy a pedir un esfuerzo y que nos haga un vaticinio en el que, seguramente, no acertaremos, pero, ¿cómo estaremos dentro de diez años?

Efectivamente, seguramente no vamos acertar. De hecho, yo soy de la generación que no tuvo móvil de pequeño... Pero, en cualquier caso, los sistemas de telecomunicación van a estar tan avanzados que los móviles que tengamos estarán en nuestro cuerpo, no serán un dispositivo externo. Tal vez será un chip implantado, aunque espero que no, o con algún tipo de tecnología compatible con la piel. De hecho, se está trabajando ya con parches y tatuajes biocompatibles, donde hay una integración con el cuerpo humano y se mide, además, la temperatura, la glucosa, el estado del corazón... Sería como un paso más en la evolución de los wereables.