Nueve días después de que Costas paralizara las obras del hotel de Arenales, después de varias denuncias recibidas, y bajo el argumento de que la empresa concesionaria -Princesol- se había excedido de las autorizaciones, había ido más allá de la rehabilitación en sí y había derribado partes del edificio para las que no había permiso, una y otra parte se sentaron alrededor de una mesa. Para los de un lado -el del Servicio Provincial de Costas-, no fue más que una reunión informativa. Para el otro -Princesol-, fue una posibilidad de poder exponer el proyecto ya modificado, en el que se admite que sí, que ha habido derribos, pero que poco menos que no pueden hacer otra cosa. Sea como sea, Costas se comprometió a dar una respuesta lo más rápido posible a este bloqueo, como así confirmaron desde el propio servicio, y como así admitieron desde la firma que lo habían percibido.

No en vano, ya concluida la cumbre, desde el Servicio Provincial de Costas dejaron bien claro que esto no ha sido más que una reunión «meramente informativa» -así lo resaltaron de forma literal- sobre el expediente sancionador que ha sido incoado por no haberse respetado los límites de la autorización concedida. Dicho de otro modo: que unos y otros fueron poniendo encima de la mesa sus puntos de vista, y poco más.

En cualquier caso, y al hilo de ese compromiso de dar una pronta respuesta, desde este servicio dependiente del Gobierno central pusieron el acento en que el proyecto todavía no ha sido presentado oficialmente ante Costas. No obstante, el plazo de alegaciones sigue abierto, por lo que argumentaron que tan pronto sea presentado el proyecto complementario al que se ha comprometido la empresa, lo analizarán, con el fin de comprobar si cumple con el Reglamento General de Costas, sin perjuicio de lo que se pueda decidir respecto a las restantes autorizaciones y licencias que conceden otras Administraciones y que no son competencia del Ministerio de Medio Ambiente. De hecho, dictaminarán al margen de lo que pueda decidir el Ayuntamiento, que también tiene una investigación abierta.

Mientras, representantes de la empresa Princesol aseguraron que habían percibido mucha receptividad y el máximo interés por parte de la Administración central a la hora de resolver toda esta situación. «Hemos explicado en Costas lo que hemos hecho en la obra y lo que se tiene que hacer a partir de ahora», apuntaban desde la mercantil. «Lo han recibido todo con interés y Costas tiene intención de solucionar la cuestión, aunque también nos han dicho que esto lleva sus procedimientos y una serie de pasos y plazos administrativos que se tienen que cumplir», señalaron desde la empresa.

Otra cosa es que, durante la reunión, no fueron capaces de conseguir de Costas un compromiso en cuanto a fechas concretas para desbloquear el proceso. Por ello, incidieron en que «cada minuto que pasa cuesta dinero y hay muchos empleos también en juego». En este sentido, la empresa afirmó que está aprovechando estos días de parón como jornadas de vacaciones para los obreros que aún quedan.

Finalmente, el responsable del equipo técnico del hotel de Arenales, Florentino Regalado, simple y llanamente se limitó a decir que «ahora la pelota está en el tejado de Costas, porque la documentación que se le ha mostrado es completa, sencilla y clara», y confió en que todo quede aclarado en cuestión de días.