«El objetivo es proteger las playas y también las actividades económicas que existen legalmente es nuestro litoral. Eso es lo que se ha hecho con el hotel Arenales del Sol: se autorizó su rehabilitación, posibilitando que pudiera volver a ponerse en funcionamiento», según se señalaba ayer desde el Ministerio de Medio Ambiente, el cual matiza: «Pero esa rehabilitación y esas obras han de respetar los límites que marca la normativa de Costas. Lo que se está haciendo ahora es contrastar ambas cosas». Desde el Ejecutivo central se asegura que no existe interés alguno en impedir los usos y obras legales en las playas, «sino conciliar la protección de los legales intereses económicos en la costa con la protección del litoral». Asimismo, desde Madrid se apunta que el expediente está en el periodo de alegaciones al objeto de determinar si las actuaciones realizadas son amparables por la legislación de Costas, «no pudiendo prejuzgarse su resultado hasta tanto se resuelva el mismo». J. M.