La carreta con bueyes, el pasacalles de la banda de música y el baladre posado como alfombra volvieron a ser el recibimiento del trono del Santísimo en el día del Corpus Christi en Elche. En sus más de seiscientos años de historia, la procesión del Corpus Christi contó, en esta ocasión, con la presidencia del cardenal Carlos Amigo, quien asistió a la misa y a la procesión posterior.

Cientos de personas devotas salieron a la calle para acompañar a la imagen que representa, según la Biblia, el momento de la Eucaristía que se dio durante la Última Cena, en la que Jesús convirtió el pan y el vino en su cuerpo y sangre. Los niños y niñas que este año recibieron la Primera Comunión fueron los protagonistas de un acto en el que se manifestaron algunos nervios de los pequeños y de las catequistas que velaban por que todo saliera en orden. Familiares de los menores retrataron su paso entre multitud de saludos y abrazos. A las 8 horas de la mañana comenzaba ayer el anuncio de la festividad con el volteo general de campanas desde la basílica de Santa María y con el disparo de cohetes. Los 12 altares que recibieron a lo largo del recorrido al trono del Cristo Sacramentado fueron colocados a primera hora de la mañana y visitados por multitud de curiosos durante toda la jornada. El trono del Santísimo fue llevado a costal por dos cuadrillas de costaleros de la mayordomía del Corpus.

La procesión contó con la participación de entes festeros, religiosos y culturales de Elche. También estuvieron el edil del tripartito, Jesús Pareja, y miembros de la oposición.