Partidario de romper inercias, de limitar los mandatos a ocho años, de imprimir un carácter mucho más abierto y cercano, además de ser cauto y respetuoso con los que le precedieron, pero firme con que se asuman responsabilidades, José Luis Gisbert aspira a que IFA sea un verdadero instrumento de servicio económico, pero también social para la provincia.

La primera sorpresa ha sido la polémica por el uso de la tarjeta Visa, los gastos aparentemente sin justificar y el sueldo del exdirector general, entre otros asuntos. ¿Qué sensación le produce todo esto?

Si se confirman estas primeras impresiones, personalmente para mí sería una decepción, porque el comité anterior tenía la confianza de esta persona y nunca pensamos que se podía haber generado esta situación.

¿Qué va a hacer la institución al respecto?

Vamos a pedir una auditoría a fondo y haremos lo que nos aconsejen nuestros asesores legales.

La verdad es que su aterrizaje ha coincidido con algo muy dulce, como es el evento más importante que ha acogido el recinto en años: el campeonato mundial de tenis de mesa para veteranos; pero también con algo amargo como es empezar a conocer un poco mejor en qué se gastaba IFA parte de su dinero...

No éramos conscientes de la falta de información que teníamos. Estamos preparando ahora un sistema de transparencia absoluta porque, francamente, se puede hacer a ese nivel mucho mejor. Consideramos que la información al comité de dirección y a otros órganos debe ser exhaustiva y poner todo encima de la mesa, que es lo que ahora la ciudadanía demanda. De momento estamos recién aterrizados y ha coincidido con la celebración del campeonato mundial de veteranos de tenis de mesa, tenemos que atender muchas cosas, pero calculo que en una semana o diez días entraremos más en profundidad. Es un poco prematuro porque en realidad no ha habido tiempo.

¿Eso incluye dar a conocer todo lo que haya sido opaco en los últimos años de gestión?

Por supuesto.

¿Se podría interpretar en parte como un cierto revanchismo?

No, para nada, no hay ninguna intención de eso. Pero si hubiera algo que aclarar, pues se tendrá que aclarar.

¿En cualquier caso, tal y como está IFA, con la deuda que arrastra, con su urbanización por concluir... coger las riendas no era un plato apetecible. ¿Por qué se ha decidido a dar el paso?

He entrado sabiendo casi perfectamente, siempre hay sorpresas, la situación de IFA, pero es un reto, y me gustan los retos, no los desafíos. Es verdad que es más factible mejorar una situación delicada que mejorar una situación óptima. En cualquier caso, esto va ser un trabajo en equipo.

El estilo va a ser diferente. La directora general conoce muy bien el personal y aquí se trata de crear un entorno donde trabajar sea hasta agradable. Eso con respecto al personal de la casa. Y luego, ha habido algunas fricciones... con el Ayuntamiento de Elche, con Pimesa.. que quizá, con otra forma de actuar, se puede conseguir que se nos mire con otros ojos.

Se va a definir un plan estratégico para la institución, pero, a grandes rasgos, nuestra primera intención es acabar la urbanización del entorno de IFA. Tenemos que establecer, dentro del plan estratégico, qué necesidades inmediatas tenemos de terrenos y a un futuro razonable; y poner en venta el resto, porque hay cosas que en su momento pudieron tener una justificación y este momento ni la tienen ni nos lo podemos permitir. Hay que acabarla porque si no no se pueden poner en valor, no se puede vender suelo. En cualquier caso, hay un millón de euros que parece ser que llegarán, no sabemos cuándo, pero está aprobado en las Cortes Valencianas y con un crédito puente a cuenta de ese dinero. Eso simplemente es un primer tramo para asumir las necesidades inmediatas.

¿Qué cambios se van a notar?

Simplemente vamos a cambiar el estilo. A corto plazo implantando la transparencia, mejorando la relación con el personal. Otra forma, no digo que sea la mejor, sino distinta, de hacer las cosas, y si es posible mejor, claro. Afrontar de momento el trabajo inmediato y la organización de las ferias. Y visto lo que estamos viendo aquí -en referencia de nuevo al mundial de veteranos-, estos son unos de los posibles futuros, aunque no dejamos de saber que esto se empezó a trabajar en 2010 y estamos en 2016. Hay otras actividades de este tipo que se podrían conseguir para complementar el tema ferial. Eso incluye no solo eventos internacionales, sino también nacionales, congresos y otro tipo de eventos que sean compatibles con la actividad ferial.

¿Pero cambiar el estilo en qué sentido?

Queremos ser más abiertos a la sociedad en general, mejorar en mucho las relaciones con las instituciones, asociaciones turísticas, ayuntamientos, Patronato de Turismo... Que haya una relación mucho más cercana, trabajar conjuntamente y poner a su disposición las instalaciones para la captación de todo tipo de eventos. Hay mucho campo de mejora y también queremos limar algunas asperezas que había anteriormente. En fin, establecer un estilo de relación como mínimo más cordial, más abierta, más transparente, más comunicativa.

¿Se había desconectado IFA de parte de la provincia?

El norte de la provincia tiene más cerca Valencia y eso hace más difícil no la relación, pero sí tal vez la comunicación. Pero vamos a ser muy insistentes en vencer esas inercias. Estamos en una provincia muy compleja, pero una de nuestras misiones es ser vertebradores. Tenemos que ver la forma de ser más atractivos para aquellos que miran más hacia el norte, sin entrar en competencias, simplemente ofreciéndoles ventajas.

¿Qué iniciativas les gustaría poner en marcha a medio o largo plazo?

A algo más que a medio plazo es la remodelación del pabellón 1, que pensamos que es factible. Sin remodelar el pabellón 1 difícilmente va a tener continuidad la institución. En 1991 ya se remodeló después de que dejara de ser Mamut. Su estructura no se adapta a las necesidades actuales. Actualmente se puede utilizar perfectamente. Está operativo, se ha arreglado en buena parte la cubierta, pero sigue siendo una estructura que debe ser remodelada. El problema del pabellón 1 es estructural y no se adapta a las necesidades actuales, no es funcional, no se puede dividir en sectores rápidamente.

¿Los proyectos IFA Arena o IFA Space están por tanto totalmente descartados?

Hoy por hoy es impensable. Vamos a ser pragmáticos. No digo que no se reserve un pedazo de suelo por si algún día es viable, pero hoy en día no.

¿Qué porcentaje queda por urbanizar de los terrenos de IFA?

Cerca de un 20 o un 30%.

¿Y podría hacerse realidad en año y medio o dos?

E incluso antes. Pero son cosas en las que aún no hemos metido el diente. Lo primero es tener la financiación asegurada, y luego hablar con las empresas que lo deben acometer para ver qué plazos hay. Pero, en definitiva, no lo vemos problemático el tema de los plazos. Si hay dinero, claro.

En Feria Valencia, una parte del negocio será gestionada por manos privadas. ¿Cabe esa posibilidad aquí?

No estamos en eso ahora. Ni se ha comentado tan siquiera con el conseller. Descartado no hay nada, pero no parece que los tiros vayan por ahí. No estamos en las magnitudes de Feria Valencia.

¿Se planteó en algún momento que IFA bajara la persiana?

No. Éramos todos conscientes de que la situación era mala, pero nunca hemos llegado a verlo de manera inminente, ni muchísimo menos. La deuda está avalada por la Generalitat y la Generalitat tiene que pagar sí o sí.

¿Cómo se puede trabajar en la recuperación de la imagen de IFA?

Creando eventos como el que ahora acogemos y dando servicio a la provincia, que nos vean próximos, abiertos a estudiar cualquier posibilidad. Somos gente que conocemos la institución y no hace falta que nos den muchas explicaciones de cómo funciona esto.

¿Qué le gustaría ver hecho realidad en este primer mandato de cuatro años?

Estoy seguro de que vamos a ver el pabellón 1 totalmente transformado en un pabellón multiusos, pero sin alaracas arquitectónicas, muy funcional, reduciendo al mínimo el gasto y abandonar la idea de hacer un parking subterráneo. Y en los terrenos, todo aquello que añada valor y, si puede ser, que acompañe a la actividad ferial, como por ejemplo un hotel. También tenemos como referencia recintos feriales similares que ofrecen ventajas con respecto a las grandes urbes y más concretamente esta institución, que está al lado del aeropuerto, muy bien comunicada y reúne dos grandes ciudades. Ahora de lo que se trata es que se repita eventos como este, donde los dos ayuntamientos se han puesto de acuerdo, y de que Elche considere a IFA suya y que Alicante no la considere solo de Elche, porque también se beneficia de la actividad ferial.

¿Es usted optimista con respecto al futuro de la institución?

Sí, si no, no estaríamos aquí. Estamos con ilusión de sacar esto adelante, y con el compromiso del conseller de ayudarnos. Lo primero que me dije es que si me dan la llave para cerrar, pues que no hacía falta. Hay un compromiso de sacar esto adelante.