La dirección de la Institución Ferial Alicantina, presidida por José Luis Gisbert, pretende agilizar al máximo los trámites para que, cuanto antes, se realice una auditoría exhaustiva que disipe las dudas en torno a la gestión que se ha llevado a cabo del recinto ferial durante los últimos años, tras advertir la nueva cúpula varios asuntos que no acaban de ver con claridad.
De esta forma, en un plazo de quince días se quiere convocar una reunión del comité de dirección de IFA, donde se expondrían las supuestas irregularidades con el fin de aprobar la realización de la auditoría que se trasladaría a la Conselleria de Economía, donde siempre se han mostrado desconfiados con la gestión realizada durante los años en los que gobernó el PP.
Y es que, además de los cargos sin justificar por valor de 57.333 euros de la Visa del exdirector general, Antonio Galvañ, y del gasto del coche que costeaba IFA para su uso exclusivo, y por el que se pagaba, y se tendrá que seguir pagando durante dos años, 621 euros al mes, fuentes próximas a la nueva cúpula aseguraron ayer a este diario que en la reunión del comité del dirección también se presentarán contratos y convenios firmados en la anterior etapa que no eran, para nada, beneficiosos para la economía de la Institución Ferial Alicantina.
Concretamente, se trata de contratos y convenios que se iban renovando anualmente durante los últimos tiempos, pero en los que, en la última actualización, se produjo una modificación de los términos en detrimento de los intereses económicos del complejo ferial alicantino, según las mismas fuentes.
En el comité de dirección también se analizaría la inexistencia de un contrato físico con el exdirector general donde se pactase el sueldo que estuvo percibiendo durante los diez años que trabajó para la institución, en los que recibiría unos 880.000 euros brutos.
Las críticas que están saliendo de la nueva cúpula de IFA fueron rechazadas ayer de forma rotunda y categórica por parte del empresario que ocupó el cargo de presidente durante los últimos años, Manuel Román.
El expresidente Manuel Román mostró ayer a este diario su indignación afirmando que «todo lo que está saliendo estos días es de muy poco calibre y manipulado». Román aseguró que «Galvañ siempre ha defendido los intereses de IFA, cuando la Generalitat nunca ha primado los intereses de IFA, sólo se ha preocupado de Feria Valencia».
Román valoró que estos días «se está hablando de pequeñas cantidades de dinero, que son demostrables, y que están justificadas, porque todo está reflejado en las cuentas de IFA».
Sobre la cuantía del sueldo que percibía Galvañ, el expresidente destacó que «si se analiza, se ve claramente que es un sueldo habitual, tratándose de un cargo de director general, y no es para nada excesivo». Manuel Román también justificó que el exdirector general tuviese un coche pagado por IFA. «Son cosas normales en estos cargos de dirección. No estamos hablando de un coche de lujo que tenga un coste excesivo», dijo.
Y es que el expresidente de IFA no dudó en afirmar que «están llevando a cabo una campaña de descrédito para que Antonio Galvañ no pueda ocupar el cargo de tesorero de Coepa o que trabaje con Ciudadanos, cuando en realidad no hay nada, son todo cosas normales».
En definitiva, Manuel Román aseguró que «se está sembrando la duda sobre gastos de representación que son habituales, no estamos ante gastos suntuosos, y no hay necesidad de ir contra él».
Además, el exdirigente de IFA aseveró que «la labor de Antonio Galvañ en IFA ha sido encomiable, y su gestión ha sido modélica. Se bajó el sueldo dos veces cuando había que ajustar los gastos de toda la plantilla, por lo que me parece muy poco ético todo lo que está pasando».
