El ilicitano Aldo Narejos, además de cantautor y youtuber, es psicólogo y, de vez en cuando, se le ocurren experimentos musicales que lleva a cabo en las redes sociales. Recientemente, pensó en cómo conseguir que miles de adolescentes se aprendieran, por gusto, el monólogo que Segismundo pronuncia en «La vida es sueño», de Calderón de la Barca.

«El gran lema de mi vida es: todo es posible. Solo hay que encontrar el cómo. En este caso analicé cómo hacer digerible este texto para los jóvenes y encontré el estilo musical que, al parecer, más les gusta: el electro-latino. Aparte, quise contar con dos estrellas de la televisión para que tuviera más impacto: Berto Romero y Ana Morgade. A Berto le expliqué mi proyecto a través de un vídeo que le envié y a la hora tenía otro vídeo suyo respondiéndome que sí», narra Aldo Narejos, que colgó el resultado hace diez días en su canal de Youtube y ya ha conseguido más de 66.000 visualizaciones, además de mensajes de varios profesores de Literatura diciéndole que utilizan su videoclip como material didáctico en clase.

Morgade y Romero se disfrazan de diferentes personajes de la gran obra de Calderón, pero los ropajes de la época no les impiden menear las caderas al ritmo de estos sonidos que Narejos bautiza como electrobarrocos. Una nueva fórmula educativa y, a la vez, una crítica de este cantautor a los proyectos musicales que, bajo su criterio, cada vez son más pobres a nivel sonoro, poético y léxico.

Ésta es solo una de sus maneras poco convencionales de asumir su rol de artista, que hoy, a las 10.15 horas, expone en una charla denominada: «Cómo ser músico y no morir de hambre, dos caminos hacia un mismo destino», en la que comparte mesa con el cantante, también ilicitano, del grupo de pop rock Dinero, Sean Marholm, y que se enmarca dentro de unas jornadas sobre Periodismo y Rock en la Universidad Miguel Hernández.

Narejos, de momento, parece que no se muere de hambre pero su manera de ganarse el pan, a nivel creativo, no es la de la típica estrella de rock. Por un lado, financia sus discos a través del crowfunding. Para su último trabajo consiguió 12.000 euros de donaciones con los que financió la grabación en Barcelona con Roger Rodes, productor de Macaco.

También ha desarrollado una aplicación para móviles, que está a punto de lanzar al mercado, y «que permite al usuario componer canciones con letra y música de forma espontánea, con un solo minuto de entrenamiento», explica. Pero su principal fuente de ingresos es componer canciones por encargo: bodas, aniversarios y, sobre todo, cortejos. Sí, han leído bien, cortejos. Las letras de Aldo Narejos ayudan a hombres y mujeres a enamorar a sus parejas. «Las tarifas varían según la producción y el análisis que tenga que realizar de la receptora o receptor del tema. Pueden ir de 100 euros a 600. Por ejemplo, un chico me pidió que le compusiera una a su novia inspirada en la serie Juego de Tronos», rememora orgulloso. Narejos deja claro que en su conferencia no pretende criticar a los artistas convencionales. «Solo quiero demostrar que hay fórmulas alternativas para vivir de la música posibles y, sobre todo, sostenibles», dice.