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«Hay que empezar por mirar al paciente a los ojos y no tanto al ordenador»

Médico de familia y profesor en la Univeridad Autónoma de Barcelona

«Hay que empezar por mirar al paciente a los ojos y no tanto al ordenador» antonio amorós

El médico de Familia y experto en entrevista motivacional Manuel Campiñez ha participado hace unos días en una jornada sobre estrategias efectivas para mejorar la adherencia terapéutica que tuvo lugar en el centro de congresos Ciutat d'Elx.

¿Qué es la adherencia terapéutica?

Se refiere al porcentaje de pacientes que hacen lo que les hemos recomendado que hagan. En ocasiones, no lo hacen porque tienen sus propias creencias o experiencias, porque hacen lo que les aconseja el farmacéutico o lo que le ha ido bien antes... Y muchas veces tienen razón.

¿Qué ventajas tiene que los médicos se formen en este sentido y cómo pueden hacerlo?

Pretendemos ayudar a los profesionales a que tengan una herramienta más a la hora de mejorar esta adherencia. Sabemos que influye cómo digamos las cosas, cómo nos relacionemos con el paciente y, por tanto, se puede mejorar mucho en este sentido. Lo que mejor funciona es tomar las decisiones de forma conjunta. Una de las estrategias es la entrevista motivacional, que es una forma de comunicarse con el paciente que está orientada a explorar qué opciones de tratamiento puede haber de forma conjunta con el paciente, y buscar cuáles son las mejores opciones para él, sobre todo, las que está más motivado a hacer.

¿Existe un perfil de paciente ideal en el sentido de que haga más caso a su médico?

No, para mí no existe ningún paciente ideal. Lo que quiero es que tenga la confianza suficiente como para decirme si alguna cosa no ha ido bien o no lo ha podido hacer. Que vuelva y me diga: «No he podido hacer lo que me has dicho». Por ejemplo, hay casos en los que te dicen: «Me sentaba fatal esto y me lo he dejado de tomar por mi cuenta». Hay ocasiones en las que, afortunadamente, todo esto se ha ha hecho con un criterio, y el éxito para mí es que luego venga y me lo digan. Lo ideal es cómo se crea esa relación.

¿Qué tipo de estrategia se sigue para incentivar la adherencia terapéutica?

Partimos de un modelo en el que le decimos al paciente lo que tiene que hacer, pero hay que ayudar al paciente a que tome sus propias decisiones y ver qué posibilidades tiene cada uno. De esta forma cuando el paciente dice: «lo que quiero hacer es esto y además me comprometo», la posibilidad de que lo haga es muy alta.

¿Y como se logra eso?

Una de las cuestiones básicas es no juzgar a las personas. Decirle al paciente: «yo te acepto como eres y estoy aquí para ayudarte, no para juzgarte». Uno de los puntos donde metemos la pata es al hacer juicios de valor, cuando lo que más funciona es la empatía, el demostrar al paciente que somos capaces de ponernos en su piel. En la facultad nos han enseñado ciencia pero no nos han dicho cómo aplicar eso después. Y la realidad es totalmente distinta.

¿Y en el día a día de las consultas es posible conseguir eso? ¿Hay suficiente tiempo?

Si. De hecho ahorra tiempo. Al principio sí requiere ganarte la confianza del paciente y para ello una de las cosas que hay que hacer es empezar a mirar al paciente a los ojos y no al ordenador. Si haces esto de forma sistemática, te permite crear un vínculo y ahorrar muchos problemas.

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