Prepárate para reciclar más. Si todo sale según los planes de la Conselleria de Medio Ambiente, en 2018 nos cobrarán diez céntimos más por un bote de refresco, una botella de agua, un tetrabrick de zumo o un botellín de cerveza. Pero, eso sí, si lo devuelves, ya sea donde lo adquiriste, o en otro comercio, bar o supermercado, se te devolverá ese «depósito» de 10 céntimos.
«Mas de 40 regiones en todo el mundo ya lo hacen: algunas zonas de Estados Unidos, los países nórdicos y bálticos, Australia... La denominada economía circular nos va a llevar a esto antes o después», señalaba ayer Julià Álvaro, secretario autonómico de Medio Ambiente y Cambio Climático, que escogió Elche como primer municipio para hacer llegar este tipo de propuestas, en una ronda de contactos que le llevará a otra docena de ayuntamientos y entidades del territorio valenciano.
Con este fin, la Administración autonómica se está poniendo ya en contacto con todas las partes implicadas en el proceso: desde distribuidores hasta envasadoras, desde agentes de reciclaje hasta los propios ayuntamientos, como ayer el de Elche y Elda, al que luego el secretario autonómico se desplazó para entrevistarse también con su alcalde y presidente de la Federación Valenciana de Municipios y Provincias, Rubén Alfaro, y hacerle partícipe del futuro sistema de depósito, devolución y retorno de envases que se está perfilando.
Esto no significa que se vayan a suprimir o modificar los actuales contenedores amarillos o verdes. Es más, van a ser complementarios. Pero, no obstante, comercios, supermercados o bares tendrán que habilitar espacios para depositar los envases vacíos de latas, tetrabricks, plásticos y vidrios que devuelva el ciudadano.
La idea es que el consumidor retorne el soporte y se acostumbre a reciclarlo en el punto de compra, no en los contenedores de la calle. Asimismo, el distribuidor de, por ejemplo, los refrescos será el que se lleve también las latas vacías de la tienda o del híper.
El sistema será a coste cero para el usuario (siempre que retorne el envase) y para la empresa distribuidora y para el comerciante habrá dos céntimos de ganancia por cada unidad, que saldrán de los beneficios del reciclaje y de aquel porcentaje del depósito que el usuario no devuelva. Ademas, representará un ahorro para los ayuntamientos en el servicio de recogida de basuras y limpieza viaria.
Actualmente se generan unos 7 millones de envases en la Comunidad, de los que 5 acaban ahora mismo en plantas como el resto de residuos y no se reciclan. El Consell ha estimado que esto supone tirar a la basura entre 13 y 15 millones de euros al año.
La Administración autonómica está ahora en la planificación inicial de esta iniciativa, de manera que para verano haya un borrador, a principios de 2017 se logre aprobar una ley específica y, a lo largo de toda esa anualidad, se pueda llevar a cabo una campaña de concienciación para cambiar los hábitos.
