El cambio de ciclo de la educación primaria a la secundaria es un salto al vacío en el cual los niños y niñas pierden la protección del entorno escolar en una edad clave para su proceso educativo. El cambio de rutina, del centro, de la forma de hacer las cosas y de los compañeros se realiza sin ningún tipo de adaptación, preparación o paso previo. Si además el menor y su familia se encuentran en una situación socioeconómica precaria, factor de riesgo para el abandono y el absentismo escolar, puede dar lugar, en la mayoría de los casos, a una baja cualificación futura, reduciendo la igualdad de oportunidades de esos jóvenes.

Es por ello que la Fundación Elche Acoge con el apoyo de la Fundación Esperanza Pertusa, de la firma de calzado Gioseppo, impulsará el proyecto, ampliando el trabajo que ya realizaba con niños de primaria, acompañándolos en el proceso de transición de la educación primaria a secundaria.

El Laboratorio de Educación no formal, que se desarrolla en el Rincón de las Culturas, en el barrio de Carrús, "nace de la necesidad de ofrecer a los y las jóvenes el apoyo motivacional necesario para la incorporación normalizada al ritmo de las clases en su primer año de instituto, además de fomentar las herramientas necesarias para poder desarrollar todas aquellas competencias que no se aprenden con la enseñanza reglada, pero son básicas para el desarrollo humano y la incorporación efectiva al mundo laboral", explica Rita María Coves Presidenta de Elche Acoge.

En opinión de Esperanza Pertusa, presidenta de la Fundación de Gioseppo, "el mercado requiere conocimientos y habilidades nuevas para la inclusión social plena, como son el desarrollo de la creatividad, el trabajo en equipo, la gestión de las emociones y otros valores necesarios para los trabajos dinámicos del actual mercado laboral".