Osman, el refugiado afgano de siete años con parálisis cerebral que llegó hace una semana a España con su familia, salió ayer del Hospital La Fe de Valencia, donde ha sido atendido por más de diez especialistas, y su seguimiento continuará en consultas externas del centro hospitalario.

Fuentes sanitarias informaron ayer de que el estado general del pequeño es «estable» y se ha confirmado el diagnóstico de parálisis cerebral de origen genético, por lo que no requiere cuidados hospitalarios. A partir de ahora, se llevarán a cabo diferentes acciones para mejorar su calidad de vida fuera del centro sanitario, como es habitual en este tipo de pacientes.

Durante su estancia en La Fe, le han visitado especialistas en Pediatría, Enfermedades Infecciosas, Neuropediatría, Nutrición, Genética, Traumatología pediátrica y Rehabilitación.

Además, se le han realizado distintas pruebas en el área de Radiodiagnóstico y Análisis Clínicos, coordinados por la responsable de la Unidad de Atención al Niño Internacional de La Fe, Gemma Ochando.

El director de Cooperación del Consell, Federico Buyolo, aseguró ayer que la familia tiene que hacer ahora un proceso de integración y, de momento, será el Centro de Atención al Refugiado (CAR) de Mislata el sitio donde lo llevará a cabo. «A partir de ahí, la pretensión es reubicarla en Elche, dado el ofrecimiento que realizó su Ayuntamiento de poner un piso a su disposición», matizó, aunque no pudo precisar el periodo que podría pasar de una fase a otra, y tampoco desdeñó que sea algo sujeto a cambios. La familia de Osman mantendrá en los próximos días una entrevista con la oficina de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) en la Comunidad Valenciana para iniciar el proceso de asilo internacional.

El coordinador de CEAR en la Comunidad, Jaume Durá, relató que, una vez que realicen la entrevista, la elevarán a la oficina de Asilo y Refugiado en Madrid, que estudiará el caso para resolver si le conceden la protección subsidiaria o el estatuto de refugiado.