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De albergue a residencia y otra vez albergue

El recinto cerrado del edificio del Plan C es ahora un depósito de basuras y malas hierbas

Distintas imágenes de basuras y falta de poda y saneamiento en el anunciado como albergue. ANTONIO AMORÓS

La desidia por parte de distintas administraciones, los plazos legales, combinados con los trámites burocráticos y, sobre todo, la falta de presupuesto ha llevado a que el edificio ubicado junto a la Ciudad Deportiva continúe, cuatro años después, cerrado, sin uso y se haya convertido en un depósito de algunas basuras y un recinto de malas hierbas y algunos árboles secos.

El inmueble, cuyas obras se paralizaron en 2012 por los impagos del Consell y que continuaron en 2013, contaba con un presupuesto inicial de 2,7 millones -luego se rebajó a 2,4- a cargo del Plan Confianza.

El edificio se proyectó inicialmente como albergue juvenil pero, con la llegada del PP al Ayuntamiento ilicitano, se decidió que serviría mejor a los intereses de los ciudadanos como residencia de estudiantes, ya que el anterior Ejecutivo entendía que no había demanda para este tipo de albergues.

Así al menos se indicó hace cuatro años, con un replanteamiento del proyecto en coordinación, según estaba previsto, con el Instituto Valenciano de la Juventud. Paralelamente, las instalaciones se utilizarían como alojamiento para eventos deportivos.

A finales de 2013, la entonces alcaldesa, Mercedes Alonso, apuntaba que las obras estaban próximas a su conclusión y que sería una residencia con 30 habitaciones, con baño interior en cada una de ellas, y con una capacidad de hasta a 65 personas. Además, tras algunos cambios en el proyecto, el centro también contaría con una cocina y, de este modo, se podrían generar puestos de empleo.

Tras ser entregadas las obras definitivamente por parte de la Generalitat al Ayuntamiento de Elche, este último sacó a concurso la adjudicación para hacerse cargo de la gestión de la residencia. Ninguna empresa se presentó a la convocatoria.

Ahora, los planes para el uso final del edificio vuelven, al parecer, a su origen. De hecho, el Ayuntamiento de Elche ha solicitado la inclusión de este inmueble en la red de albergues juveniles de la Generalitat.

«En estos momentos se están definiendo las características que tendrá este albergue y elaborando el reglamento de uso de este centro», señalan fuentes municipales.

Los técnicos municipales están elaborando por tanto la información necesaria para su acreditación, mientras que desde el equipo de gobierno se recuerda que el edificio «llevaba cuatro años en el olvido por desidia del PP y ahora se trabaja para darle su uso inicial, después de que el PP fracasara en su intento de hacer una residencia».

Mientras tanto, las, en teoría, zonas verdes del edificio, que no ha sido inaugurado junto a la Ciudad Deportiva, se han convertido más bien en un espacio para tirar todo tipo de desperdicios. Latas, envases, botellas, bolsas, junto con todo tipo de malas hierbas, árboles secos y palmeras sin adecentar se reúnen en un espacio del que incluso ha desaparecido el cartel anunciador de la obra del Plan C.

La falta de ciudadanía y civismo, junto con la ausencia de rigor a la hora de programar nuevos edificios al servicio de los ciudadanos y la consiguiente pugna política, han conducido a tener en estos momentos un edificio fantasma.

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