La familia Mohammad al completo salió de Afganistán a principio del mes de marzo. La situación era ya insostenible. El 10 de abril llegaron a Idomeni tras un viaje por tierra y mar, con el pequeño Osman a cuestas. Ni el trayecto ni el campo de refugiados es lugar para nadie, cuanto menos para un niño con parálisis cerebral. Bomberos en Acción lo ha recalcado por activa y por pasiva. La comida escasea, y el pequeño solo se alimenta de leche con cereales para no atragantarse.