La nueva cúpula de la Institución Ferial Alicantina (IFA), refrendada ayer de manera oficial, tiene entre sus primeros planes testar los apoyos con los que contará la entidad. Así lo dejó ayer claro el recién nombrado presidente de la feria, José Luis Gisbert, el dirigente de la Asociación Nacional de Heladeros Artesanos y propietario de La Ibense, tras la reunión de Patrotano y, del comité de dirección con carácter previo, donde hubo respaldo unánime de los asistentes.

Con este paso adelante, la institución abría ayer por la tarde una nueva etapa, con la vista puesta en marcar distancias con el pasado, tocar nuevas puertas y lavar la imagen de uno de los motores económicos de la provincia.

«Tenemos que estudiar profundamente las decisiones que vamos a tomar. Empezaremos a trabajar mañana-por hoy- en la creación de un plan de viabilidad para testar cuánto apoyo vamos a tener, que estoy seguro que será el máximo», señaló el nuevo dirigente de IFA, encargado de sustituir a Manuel Román, su antecesor en el cargo.

De esta manera, tras un encuentro sin apenas contratiempos y bajo un aparente clima de optimismo, la cabeza más visible de la feria también lanzó un órdago al titular autonómico de Economía, Rafael Climent, como clave para reflotar la entidad y señaló que «con el apoyo del conseller esto va a salir perfecto».

Así las cosas, tras el apoyo unánime de la veintena de asistentes convocados en el Patronato, se materializó también la presencia ilicitana en la feria, con la asignación de la vicepresidencia, una nueva figura creada, a Antonio Martínez, gerente de Pimesa, empresa pública del Ayuntamiento de Elche; y de Esther Guilabert, nombrada directora general, exresponsable de Comunicación de la institución.

La encargada de susituir a Antonio Galvañ también dejó claro la necesidad de dar carpetazo a la etapa anterior incidiendo en una apuesta por la transparencia.

«Empezamos una nueva etapa con ilusión, con responsabilidad y queriendo trabajar por una institución más transparente. Hay que dar un nuevo impulso a IFA, que mejore la imagen y la repercusión que tenga tanto, para la sociedad, como para el tejido empresarial de la provincia», señaló Guilabert.

No obstante, si algo tienen claro los nuevos rostros del recinto ferial es la deuda que arrastra la entidad y que la ha puesto contra las cuerdas. Sin embargo, la directiva todavía no ha querido mojarse en las líneas de actuación al respecto. «Tenemos que aterrizar, valorar la situación y buscar soluciones con el apoyo de la Generalitat y ya establecer las estrategias que nos permitan afrontar el futuro, con ilusión y con éxito».