La factura de la luz le sale al Ayuntamiento de Elche por 2.250.000 euros anuales, un gasto que, como en todo, trata de aplacar. Para ello, según informó ayer el edil de Promoción Económica, Mantenimiento y Vía Pública, Héctor Díez, se acaba de solicitar al Instituto para la Diversificación y Ahorro Energético del Ministerio de Industria una ayuda de un millón de euros sin intereses a devolver a lo largo de diez años.

Esta cuantía servirá para costear e instalar 7.173 reductores de flujo lumínico. Esto significa que a partir de las doce de la noche, la intensidad de la luz baja un 40%, de manera que se reduce el consumo y la factura aunque, según el concejal, no se compromete la seguridad del tráfico.

Además, también se quieren colocar 409 interruptores horarios astronómicos: dispositivos que detectan cuándo es de noche y, por tanto, encenderse no cuando esté nublado. Con esta acción el Consistorio espera ahorrar unos 355.000 euros al año: 100.000 los destinará cada ejercicio a devolver parte de la ayuda, y el resto a empleo y servicios sociales, según Díez.

El municipio cuenta con unas 30.000 luminarias. De estas, la mitad ya cuenta con reductores de flujo lumínico. Cuando en 2017, según el tripartito, se instalen otros 7.000 dispositivos de este tipo, solo faltará actuar y optimizar el 25% de las luminarias.

Héctor Díez también señaló ayer que se han devuelto los 300.000 euros de una ayuda europea que implicaba hacer una auditoría energética y externalizar el mantenimiento de las luminarias públicas. El Gobierno es contrario a esta externalización, asegura que tiene la auditoría energética y que prefiere que sus brigadas de mantenimiento se encarguen de las farolas.

Héctor Díez manifestaba ayer que llevar adelante la externalización del servicio hubiera supuesto un gasto en parte innecesario, ya que, según aseveró, se pretendía cambiar todas las farolas a pesar de que un gran número de ellas habían sido renovadas recientemente con, por ejemplo, el Plan E.