El Hospital General Universitario de Elche lidera un proyecto nacional desde el pasado año 2013 denominado "Infección Quirúrgica Zero", que tiene como objetivo general el de mejorar la calidad asistencial y la seguridad de los pacientes quirúrgicos por medio de la aplicación de una serie medidas preventivas frente a las infecciones quirúrgicas.

El coordinador del proyecto en el que participan decenas de hospitales públicos de todo el territorio español, es el Juan Francisco Navarro, Jefe de Servicio de Medicina Preventiva.

"Infección Quirúrgica Zero" perseguía reducir en al menos un 20% las infecciones quirúrgicas pero tras 2 años de trabajo, una vez realizado un primer balance, los profesionales implicados han constatado que la reducción de la infecciones en quirófano ha sido mucho mayor, concretamente de un 62´8%.

El doctor Navarro mantiene que "acabamos de analizar los datos de vigilancia de infecciones quirúrgicas de 2015 y queremos celebrar que se trata de unos datos extraordinarios en cuanto a efectividad preventiva, ya que hemos pasado de una proporción de operados que se infectaban del 8,68% entre 2012-13 (antes de la aplicación del programa) a una proporción actual del 3.23%. Esto supone un 62.8% de efectividad preventiva, que nos ha permitido prevenir 2 de cada 3 infecciones quirúrgicas que teníamos anteriormente". El estudio se ha realizado comparando las tasas de infección antes y después, de la intervención preventiva en las mismas localizaciones quirúrgicas (prótesis de rodilla, prótesis de cadera, cirugía de colon, histerectomía abdominal, cesáreas y osteosíntesis) habiéndose reducido la tasa de infección en todas ellas y alcanzándose el "objetivo zero" en la histerectomía abdominal.

Pero los beneficios no son sólo para el paciente, sino también para el propio sistema sanitario, ya que tal y como explica el especialista "un sencillo cálculo permite estimar también en centenares las infecciones quirúrgicas evitadas el impacto para la mejora de la salud de los pacientes y en miles los días evitados de estancia, hasta sumar más de 2 millones de euros anuales en ahorro de los costes estimados en un hospital como el nuestro de tamaño medio".

Tras una profunda valoración, los expertos decidieron actuar en 5 áreas: la profilaxis quirúrgica antibiótica correctamente aplicada, uso de clorhexidina alcohólica al 2%, el cumplimiento de las normativas de retirada del vello, la aplicación efectiva de medidas de normotermia perioperatoria y la aplicación efectiva de medidas de normoglucemia perioperatoria.

Así, los hospitales participantes en el estudio han constatado que las infecciones quirúrgicas se ven reducidas con el ajuste de las dosis de profilaxis antibiótica al peso, la edad, la obesidad y la hemodilución de cada paciente; la aplicación de dos capas de clorhexidina alcohólica al 2% en espiral y friccionando; evitando la eliminación del vello a menos que sea necesario y, en este caso, hacerlo usando una cortadora eléctrica; monitorizando la temperatura del pacientes cada hora antes, durante y después de la cirugía manteniéndola siempre por encima de 35,5 grados, aplicando, si procede, calentadores de fluidos y cobertores de calor, y manteniendo la normoglucemia antes, durante y después de la intervención.