O del todo o nada. La medida de cerrar al tráfico la Corredora los sábados ha vuelto a traer cola, pero ahora por la decisión de dejar pasar al transporte público, los residentes y los servicios de emergencias. Después de los dos primeros fines de semana de rodaje, comerciantes y vecinos no están a favor de que el corte de la céntrica calle sea de manera parcial.

El hecho de prohibir el acceso de los vehículos privados y, por el contrario, permitir que el autobús sí pueda cruzar por la Corredora ha causado rechazo entre varios sectores de la población. Así, la medida implantada por el Ayuntamiento los sábados, entre las 12 y las 24 horas, como paso previo a la peatonalización de la zona, ya ha tenido sus primeras reacciones y ha sido cuestionada su efectividad para atraer clientes al centro, sobre todo, porque la Corredora, al fin y al cabo, sigue teniendo tráfico.

«Si se cierra, se cierra. Creemos necesario cortar la calle para todos y no permitir el paso del transporte público, si la intención es peatonalizar el centro. Hay que acostumbrar a la gente a pasear por la Corredora sin circulación», apuntó José Rizo, presidente de la Asociación de Empresas del Sector Servicios de Elche y Comarca (AESEC). En esta línea, desde la Nueva Asociación de Comerciantes del Centro (NACE), mostraron diferentes argumentos sobre el corte de la vía a medias.

Propietarios del pequeño negocio manifestaron, por un lado, que la medida «es peligrosa para los peatones que transitan por la calzada y que de repente tienen el autobús detrás». Mientras, otra parte de los asociados del colectivo lamentaron directamente que durante estas dos semanas han sufrido efectos negativos para las ventas. Ante ello, la directiva de la asociación de comerciantes ha mostrado su disposición a realizar un sondeo entre todos los establecimientos, tanto a los integrantes de la entidad, como a los que no, para conocer realmente sus pareceres sobre si están a favor del corte de la Corredora, de forma total, parcial, o directamente en contra de la medida.

Por su parte, en el sector de la hostelería también se han dado opiniones desfavorables al tránsito del transporte público, por la incomodidad y el riesgo que se genera al peatón. Sin embargo, desde la Asociación de Hosteleros de Elche, entendieron que «al ser un programa piloto, no se puede cortar de golpe la circulación, porque podría ser un caos para el transporte público». El colectivo ha notado un mayor ambiente estos dos sábados, por lo que quiere aprovechar el cierre de la Corredora para animar las terrazas con actividades musicales en las próximas semanas.

Cambio de rumbo

El equipo de gobierno ya es consciente de los problemas que genera el paso del autobús por la céntrica calle para los transeúntes, por lo que no descarta dejar la Corredora únicamente para el uso del peatón los sábados.

«El flujo del autobús es muy alto y nos preocupan los inconvenientes para los viandantes, por lo que estamos abiertos a cerrarla a todo el tráfico», explicó el concejal de Fomento y Vía Pública, Héctor Díez. Sin embargo, desde el Ayuntamiento también señalaron las dificultades para desviar el transporte público, sobre todo, por la imposibilidad de giro del autobús a la calle Alfonso XII y a la llegada a la rotonda de Cantó. Ante ello, la alternativa sería dirigir el bus por la calle Gabriel Miró, antes de cruzar el puente de Canalejas, lo que supondría trastocar aún más el recorrido de la línea urbana.

Con ello, el Ayuntamiento tiene prevista una reunión la próxima semana para evaluar, con comerciantes, hosteleros, Policía y Autobuses Urbanos, la medida, en sus tres primeros fines de semana y, a partir, de ahí tomar decisiones en torno a esta polémica.