Los alumnos y padres del colegio Baix Vinalopó llevan desde finales de los años 70 subiendo y bajando escaleras. Este centro educativo, ubicado junto a la ladera del río Vinalopó, puede considerarse como un claro ejemplo de falta de accesibilidad, que sorprende en los tiempos que corren.

Por este motivo, el centro educativo, atendiendo a la petición de los padres, ha vuelto a solicitar formalmente al Ayuntamiento de Elche que estudie la forma de crear alguna rampa de acceso al colegio, y que alumnos, padres y personal no se vean obligados, todos los días, a subir y bajar escaleras.

La concejal de Educación, Patricia Macià, explicó ayer que el problema fue estudiado hace varios años, pero la solución que se planteó no resultó realizable en aquella época. No obstante, Patricia Macià anunció ayer que «los servicios municipales realizarán un nuevo estudio para buscar una solución».

Desde la dirección del centro educativo y desde el Ayuntamiento recordaron que hace unos seis años se realizó un estudio arquitectónico en el colegio, y la solución que se planteó, para mejorar su acceso, contemplaba crear una rampa de 70 metros de longitud con cinco vueltas, por lo que ocupaba mucho espacio.

Además, para construir la rampa, el colegio no cuenta con todo el terreno necesario, por lo que era preciso invadir la vía pública, incluso parte de la ladera del río. Varias circunstancias que hicieron que el proyecto se guardase en un cajón como «irrealizable».

En la actualidad, la presión de un grupo de padres y madres ha vuelto a poner sobre la mesa la necesidad de abordar el problema, en un colegio que, dada la fisionomía del terreno en el que se construyó a finales de los 70, tiene cinco plantas y ningún ascensor. De hecho, para evitar caídas, cuenta con dos entradas a distintos niveles, según explicaron desde la dirección del colegio.

Anteriormente, recordaron algunos padres, existía una rampa que ocupaba la mitad de las escaleras actuales, pero la pendiente era tal que se consideró peligrosa y se acabó eliminando. El acceso al colegio tiene un desnivel del 10%.

Así, y como lamentaba ayer una madre, «ir al colegio es muy complicado. Las madres que tenemos varios hijos y venimos con carritos no tenemos ni dónde dejar los carritos». Además, otra madre explicaba que «la falta de accesibilidad también la sufren las personas mayores, que vienen a traer a los niños, o los escolares, cuando sufren alguna lesión y tienen que ir con muletas».

«Pensamos que ya es hora de que se busque una solución a este problema, y, después de tres años pidiéndolo, parece que la dirección del colegio nos ha hecho más caso, trasladándolo al Ayuntamiento», dijo ayer otra madre.

Para tratar de acabar con esta problemática, la edil Patricia Macià aseguró que en breve el colegio recibirá la visita del arquitecto municipal Julio Sagasta, al que se le ha encargado que realice un nuevo estudio, y que contemple otras alternativas a la propuesta que se descartó hace varios años por su complejidad.

De esta forma, el Ayuntamiento de Elche pretende atender un problema con el que el colegio Baix Vinalopó lleva conviviendo durante toda su historia, y al que ahora se le va a volver a prestar atención. No obstante, desde la Concejalía de Educación advirtieron que la solución al problema no será fácil, por lo que la comunidad educativa tendrá que tener paciencia hasta dar con la opción más idónea para poder salvar su gran desnivel.