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La falta de homologación de la cuerda amenza el oficio de los palmereros

El colectivo denuncia trabas en el resto de municipios para trabajar con el equipo habitual para trepar

Palmereros municipales realizando trabajos de poda en la ciudad, durante esta semana. antonio amorós

La competencia desleal, el aumento de profesionales o el picudo han dejado de ser los principales problemas a los que se enfrentan los palmereros en su día a día. Ahora, uno de los gremios más antiguos de Elche se ve amenazado por una traba más bien burocrática, que, en ocasiones, va aparejada a la disminución del trabajo. El colectivo denuncia que la cuerda con la que habitualmente trepan por los troncos de las palmeras sigue sin estar acreditada legalmente.

A pesar de la seguridad del sistema y de la larga tradición que atesora en la ciudad, esta fórmula de trabajo no cuenta con la homologación necesaria, por lo que los trabajadores del sector se están encontrando con dificultades a la hora de hacer su trabajo fuera de Elche. Desde la Asociación de Palmereros de Elche Asociación de Palmereros de Elche(APELX), entidad que cuenta con 65 profesionales, su presidente, Miguel Ángel Sánchez, explicó que «todavía no hemos conseguido el apoyo suficiente a nivel político para homologar el único elemento que nos queda, cuando vamos a trabajar en otros municipios, ningún ayuntamiento quiere que utilicemos la cuerda».

Los palmereros se ven obligados a usar otros mecanismos autorizados, que según critican no son tan eficientes como el sistema tradicional de trepa, como son las grúas o las bicicletas, que consisten en unos pedales sobre los que se suben los trabajadores para caminar por los troncos.

«No son más seguros que la fórmula que Elche ha mantenido durante toda la vida y con la que no hay constancia de que se hayan producido accidentes. Sin embargo, la gente nueva que se inicia en el oficio los encuentra más atractivos porque nuestro sistema es más duro», explicó el portavoz de los palmereros.

En esta línea, el colectivo indica que en Elche los nuevos mecanismos no tendrían cabida, por la existencia de los huertos donde acceder con una grúa complica las labores y, a su vez, la bicicleta tampoco podría funcionar, ya que los troncos de los ejemplares no son uniformes .

Ante ello, el sector ha mostrado su preocupación por la amenaza de la cultura ilicitana y la forma de trabajar que se ha trasmitido de padres a hijos, desde etapa musulmana a la cristiana, que ha permitido mantener vivo el Patrimonio de la Humanidad de la ciudad. Y es que, las nuevas exigencias han supuesto a los palmereros ilicitanos rechazar trabajos por no contar con los equipos que les reclaman, que según APELX, implica fuertes inversiones y una disminución de la productividad, ya que consideran que la cuerda agiliza el trabajo.

Reivindicaciones

De esta manera, la asociación de los palmereros va a dar un paso adelante para iniciar el proceso de prueba de resistencia del equipo. «Esto va a ser el paso previo para conseguir la homologación de la cuerda, pero necesitamos el apoyo de la administración local, que son los primeros interesados en acreditar el sistema que se utiliza en la ciudad», explicó el presidente del colectivo.

En noviembre de 2012, coincidiendo con la conmemoración del Palmeral como Patrimonio de la Humanidad se hizo público el reconocimiento del oficio del palmerero, ya que anteriormente no existía como tal y los trabajadores de este gremio estaban considerados como jardineros. Desde entonces, desde APELX estiman que de los 200 palmereros que pueden haber en España, sólo una mínima parte está dada de alta como tal. «Sólo aquel palmerero que tiene un huerto o se dedica a la palma blanca o al cultivo del dátil puede estar reconocido como palmerero. Pero la inmensa mayoría trabaja en la poda ornamental, que es la que más trabajo da, y eso exige darse de alta en el régimen general. Por lo que el reconocimiento del oficio fue parcial», criticó Miguel Ángel Sánchez.

A esta dificultad se suma la inexistencia de centros de formación homologados para enseñar el oficio, que continúa enseñándose de padres a hijos, lo que lastra el aprendizaje de este trabajo tradicional. Con ello, el colectivo ha solicitado una reunión con el equipo de Gobierno para recabar respaldo en la lucha por la homologación de la cuerda, que se ha visto mejorada con el paso del tiempo, hasta la nueva versión creada en el año 2000, que combina un sistema de escalada con anclaje y tiene una mayor seguridad.

Por su parte, desde el Ayuntamiento confirmaron que recibirán al colectivo para abordar la problemática y manifestaron que las brigadas municipales tienen a disposición equipos homologados para hacer su trabajo diario en el Palmeral ilicitano.

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